La actual situación de inestabilidad financiera comienza a convertir a la Bolsa en un territorio sólo apto para los inversores más arriesgados y experimentados. Los expertos no prevén que las turbulencias vayan a remitir en el corto plazo y mucho dinero comienza a huir en busca de otros productos financieros más estables. Existen multitud de opciones desde depósitos bancarios hasta fondos de inversión de inversión de todo tipo. Lo importante es tener capacidad de adaptarse al mercado y poder realizar una gestión alternativa del patrimonio disponible.
Para valorar las diferentes opciones primero hay que definir claramente el riesgo que se desea asumir y el plazo, es decir, definir una estrategia de inversión. En los últimos tiempos los gestores de fondos han visto salir mucho dinero en busca de opciones algo más seguras y, sobre todo, menos ajetreadas. Una de las que más éxito está teniendo son los depósitos. De hecho, bancos y cajas de ahorro han entrado ya en una guerra de depósitos de alta rentabilidad a corto plazo para captar clientes. Pero existen muchas más opciones y plazos para encontrar el depósito que mejor se adapta a nuestro perfil. Claro que también hay opciones todavía más conservadoras como los depósitos y bonos, letras del Estado.
En cualquier caso, además de la rentabilidad concreta a la hora de contratar uno de estos productos también hay que tener en cuenta las cargas fiscales porque después habrá que rendir cuentas a Hacienda.