Cada vez hay más gente que no puede pagar sus deudas, uno de los efectos más dramáticos lo vivimos en la incapacidad de hacer frente a las hipotecas cuya última consecuencia conlleva al desahucio, pero no es necesario situarnos en el extremo para encontrar a mucha gente que en su día a día, tiene que dejar de hacer frente algunas facturas. Aquí entra en juego un mecanismo de intento de cobro por parte de acreedores que explica el auge que los gestores de cobro están experimentando en estos tiempos. Y aunque cueste reconocerlo, se trata de una profesión más.
El gremio de los gestores de cobro, o como comúnmente son denominados, cobradores de morosos, está atravesando una época dorada, en el que el trabajo no deja de entrar a espuertas. Y es que crisis económica y aumento de morosidad son dos realidades que van de la mano y traen como resultado, un aumento de este tipo de profesionales. Pero este aumento no se traduce necesariamente en ganancias, pues lo cierto es que su éxito en los cobros, cada vez es menor.
Esto está provocando por un lado, que las empresas se hayan dado cuenta de la importancia capital de elegir una buena gestora de cobros, pues de la misma dependerá que finalmente logren el pago de las deudas,y por otro, la profesionalidad necesaria por parte de los cobradores de morosos para obtener ganancias de su trabajo.
Cómo trabaja un gestor de cobro
El envío de cartas preavisando al deudor de la deuda y las consecuencias de continuar en el impago, es la modalidad más efectiva y utilizada, sobre todo cuando el impago no es grande. Muchos propietarios de facturas de reducido importe acaban pagando ante las advertencias que la gestora de cobros les hace por correspondencia. Es el método más usual, pero las técnicas pueden ser variadas, tales como introducir al cliente en un fichero de morosos, Rai o Asnef son los más conocidos, o realizar llamadas de manera insistente, pues son conscientes de que si no pagan las deudas, ellos tampoco cobraran por su gestión.
Estas empresas se llevan una comisión de la deuda que el moroso paga. Esa comisión es un porcentaje que se fija en función de las probabilidad de pago que tiene la deuda. Es decir, las probabilidades de impago serán mayores cuanto más elevada sea la cantidad endeudada o cuánto más tiempo lleve el morosos sin pagar, y por lo tanto, el porcentaje de la comisión será tambiénmayor.
Requisitos que debe reunir un buen gestor de cobros
- Dotes de comunicación y saber persuadir a los deudores.
- Modalidades y técnicas aceptables pero eficaces para cobrar finalmente la deuda.
- Un comportamiento ético hacia el deudor.
- Una buena gestora es aquella que no se limita únicamente a instigar al cumplimiento de la deuda, sino que ayuda al moroso a planear distintas vías para poder hacer frente a la misma y le facilita el pago.
- Estudio personalizado del caso en particular. Cada cliente y cada deuda demandan un tipo de estrategia concreta.
- La rapidez de reacción, el grado de presión que se ejerza sobre el moroso y su localización son factores clave del recobro.
Pero, lo cierto es que está profesión desde fuera es juzgada y mal concebida. Y aunque su trabajo consista en un tarea ardua, son necesarias desde la óptica empresarial. Son las malas prácticas que algunas llevan a cabo para cobrar las deudas, tales como amenazadas, llamadas por la noche, avisos a vecinos, y demás, las que tiran por tierra el trabajo profesional que realizan algunas. Y es que, en este negocio, «el todo vale», exige una regulación ahora más que nunca, que proteja a los deudores de prácticas abusivas y a los gestores profesionales de la competencia de malas prácticas.