¿Cómo lavarse las manos ante la crisis de deuda y cargar al pueblo con la responsabilidad como si fuese toda su culpa? La respuesta es: ¡Referendum! Si bien no voy a mostrarme en contra del instituto que representa el referendum para la toma de decisiones o dilemas en que el pueblo puede participar, este no es el caso de cargar a los habitantes griegos con el peso del futuro de su economía.
Sin embargo, el Gobierno griego acordó que celebrará un referéndum sobre el nuevo paquete de ayuda de la Unión Europea para que los ciudadanos puedan pronunciarse sobre si quieren aceptarlo o no.
Tal como indicó Papandreu, «confiamos en los ciudadanos, creemos en su criterio, creemos en su decisión«. Pues claro, no será difícil en un tiempo posterior decir: «los ciudadanos optaron por el paquete de ayudas, las consecuencias son producto de ello«. Pero por otro lado, ahora nos dicen que si no se aprueba el paquete, Grecia quebraría… Ante estas dos posturas, ¿qué griego promedio se atrevería a votar en contra?
«La voluntad del pueblo griego se impondrá a nosotros», así lo declaró el descarado de Papandreu indicando también que va a pedir un voto de confianza al Parlamento sobre el acuerdo en torno a la deuda. «Si los griegos no quieren, no será adoptado«, declaró el primer ministro.
Como historia, este Referendum será el primero que realizará el país desde 1974, cuando tuvo que decidir entre ser una república o una monarquía. Pero aún hay que esperar, porque la consulta popular podría ser en enero de 2012, y la moción de confianza podría ser este mismo viernes.
¿Y si los griegos decretan no querer el acuerdo?
Esa es la clave, qué pasa si el pueblo griego rechaza el acuerdo. Del gobierno aseguran que provocaría «novedades» que deberían ser evaluadas por el Ejecutivo. Y tras ello, se han lavado las manos nuevamente con demagogia especulativa. Según una encuesta publicada este sábado, cerca del 60% de los griegos consideran negativo o probablemente negativos el acuerdo alcanzado en la cumbre de líderes europeos del pasado jueves para un nuevo paquete de ayuda de 130.000 millones de euros.
Si los griegos rechazan el último paquete de rescate financiero de la Unión Europea en un referendo, el país podría terminar enfrentando una bancarrota… Esto no lo digo yo, sino que lo afirmó hoy Jean-Claude Juncker, el presidente del Eurogrupo.
Cuando se le preguntó si en caso de que los griegos voten «no» en el referendo, ese resultado llevaría a una quiebra financiera para Grecia, Juncker respondió: «no puedo descartar que ese sería el caso, pero depende de cómo exactamente se formule la pregunta y sobre qué exactamente votaría el pueblo griego»
Actualmente, el plan comprende una anulación 100,000 millones de euros de deuda del país ostentada por bancos privados, completada por garantías de 30,000 millones de euros aportadas por gobiernos de la zona euro. Tras ello, se darán nuevos préstamos a Grecia de la comunidad internacional por 100 mil millones de euros.
Los presidentes de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, aseguraron que tienen «total confianza» en que Grecia cumplirá sus compromisos con la zona euro, pese al anuncio de un referéndum sobre el plan de ayuda al país. Yo no lo creo así, para mí es una quita de responsabilidades muy grandes que están haciendo los que manejan los hilos de la economía por miedo a tomar «decisiones incorrectas»…