En este artículo conocerás las herramientas que existen para pedir un préstamo tanto en una entidad bancaria como en una entidad financiera online, con los recursos necesarios para realizar el proceso con todos los conocimientos adquiridos.
Aprender la terminología es muy relevante
Debes informarte sobre el tema fondo y sobre si un préstamo es la mejor solución en tus circunstancias personales. Con estos nos referimos a leer información, por ejemplo, la web del Banco de España ofrece información útil sobre el asunto con la que podremos conocer mejor términos que antes no dominábamos. Es importante conocer qué vamos a firmar y qué queremos pedir porque si no la operación será realizada por otros y puede no ser tan efectiva.
Para ampliar el vocabulario antes de formalizar nada, lo habitual es acudir a las bases de datos terminológicas donde se pueden buscar palabras que tengan relación con la economía, con las finanzas o con las leyes y esta herramienta nos facilita términos y sus contextos. Una vez que los tengamos localizados podremos leer frases que contengan esas palabras para intentar entenderlas o apuntarnos las que no comprendemos para buscarlas en un diccionario español. De esta manera, tendremos más idea de lo que vamos a pedir. Vocablos como prestamista, prestatario, TAE, TIN o historial crediticio, son algunos de los que debemos conocer antes de firmar un contrato de préstamo.
Realizar una simulación del préstamo antes de pedirlo
Otra opción bastante interesante es utilizar una herramienta para simular un préstamo, como puede ser una calculadora de préstamos como la que podrás encontrar aquí. Esta herramienta sirve para calcular los costes que va a conllevar, así como para reflexionar sobre si podremos hacer frente a la cuota mensual. Esto es muy importante ya que si esa cuota de devolución nos va a suponer un gran esfuerzo económico que no estamos 100% seguros de poder afrontar, no es aconsejable solicitar el préstamo. Si este es tu caso, quizás te interesen otros recursos como puede ser una plantilla de presupuesto mensual en el que se detallan todos los gastos fijos, puntuales y los ingresos, con los que hacer una planificación sobre la economía mensual. Lo importante es ceñirse a este plan de gastos que no ponga en peligro la economía doméstica. Por ejemplo, si necesitas un préstamo y sabes que en dos semanas vas a tener unos ingresos (nómina, pensión, pago de un cliente, etc.) y podrás hacer frente a la devolución del mismo, sí podrás solicitarlo con éxito.
Informarse a través de material visual
Esto puede ser muy adecuado porque existen canales por la web que apuestan por la información y así facilitarnos el proceso de solicitud y devolución. Escuchando se puede aprender mucho, y además, lo positivo de visualizar estos contenidos es que siempre aplican la teoría a ejemplos prácticos y todo se aprecia mejor. Suelen ser expertos en la materia o personas informadas por lo que ante una duda siempre se puede contactar con ellos a través de un formulario o escribiendo algún comentario.