La crisis ha transformado a 2008 como una de los años más nefastos para las familias españolas. No sólo el aumento en la tasa de paro ha dejado por los pisos a muchos, sino que las entidades financieras han cerrado el grifo de los préstamos de tal forma que ha sido materia casi imposible obtener financiación.
Para plasmar en números estas afirmaciones, hay que remitirse a los datos aportados por el Banco de España. Según esta entidad, las entidades financieras concedieron préstamos hipotecarios nuevos por 87.074 millones de euros en 2008.
Esta cifra representa un 40% menos que los 145.298 millones que se concedieron durante 2007 y casi un 50% menos que los 170.297 millones de 2006. Pero no sólo ha sido difícil conseguir esta financiación, ya que los créditos al consumo, se desplomaron un 23,9%.
Hipotecas
La caída diaria del euribor no ha producido un rebote en la concesión de préstamos destinados a la vivienda. Es más, las entidades ha otorgado menos operaciones nuevas durante el año, aunque el saldo vivo de créditos, continuó creciendo.
El año pasado cerró con 644.656 millones de euros en préstamos, sólo un 4,4% más que en 2007, frente al crecimiento del 13% que experimentó en este ejercicio y del 22% que registraron en el año 2006.
Créditos al consumo
Los créditos al consumo y los que se destinan a otros fines cerraron 2008 con caídas del 23,95% y del 13%, respectivamente, hasta los 41.960 millones y 56.861 millones de euros.
Sin embargo, este tipo de productos continuó ascendiendo en durante el año con un importe conjunto de 231.429 millones, un 4,19% más.
Estos números dejan a la vista la necesidad de financiación que las familias españolas requieren, a contramano de los objetivos de la banca, que preocupada por el acortamiento en los margenes en las ganancias y en el crecimiento de la morosidad, continúan otorgando créditos en cuentagotas.
