La posibilidad de aplicar impuestos a los carburantes contaminantes es una posibilidad ya planteada y que conforme avance despertará a su debido tiempo polémicas, de si sirve para el fin propuesto o solo por afán recaudatorio.
La Comisión Europea ya propuesto una norma para aplicar impuestos a los carburantes dependiendo de sus emisiones y del contenido energético. Un ejemplo de la posible aplicación es España, que tendría que incrementar el precio del gasóleo en 8 céntimos por litro hasta 2018, con las actuales subidas de los precios más de uno consideraría desplazarse a pie!
El objetivo de este aumento es que el nivel de impuestos a los carburantes para coches y combustible para calefacción llegue a ser por primera vez a partir de las emisiones de cada uno de estos y de su contenido energético, con lo que busca penalizar a los combustibles más contaminantes lo que favorecería en el largo plazo al medio ambiente.
Dónde mayormente se daría dicho aumento será sobre el precio del gasóleo y de la gasolina. En España y en gran parte de los países de la UE, el gasóleo ya se grava a un tipo inferior por litro respecto a la gasolina.
Por lo que más allá que el precio del diesel antes de impuestos, llegue a ser más alto que el precio de la gasolina, esta diferencia se modifica en las estaciones de servicio por el sistema fiscal. Por lo que, Bruselas pretende elevar en un 25% el nivel mínimo de impuestos del gasóleo, pasando del actual 330€ a 412€ por cada mil litros.
Se recuerda que en España, los impuestos especiales sobre el gasóleo alcanza los 331 euros por cada mil litros, por sobre el mínimo europeo.
En cambio seguirá igual el nivel mínimo de impuestos especiales sobre la gasolina en 359 euros cada mil litros.
Algunos señalan que esto podría producir una caída en la demanda de coches diésel. Además Bruselas también ha propuesto elevar el nivel mínimo de impuestos especiales sobre el gas licuado de petróleo pasando de 125 a 501€ por cada mil litros; el del keroseno pasaría de 330 a 386€, y el del gas natural pasaría de los 2,6 a 10,8€.
Además se aclara que los Estados miembros tendrán la posibilidad de excluir de la subida a los combustibles que se utilizan para calefacción en hogares, dejando fuera de este aumento a un gran número de consumidores.
También existirán excepciones para el sector agrícola en caso que apliquen medidas medioambientales y de eficiencia energética. Además quedarán fuera los sectores cubiertos por el sistema de comercio de emisiones, desde 2013 deberán pagar por sus emisiones, como el sector eléctrico, las plantas industriales o la aviación.
Por lo que, la fórmula será a través de las emisiones de CO2 y sería en 20€ la tonelada de CO2. Otra de las fórmulas será a través del contenido energético ubicándose en 9,6€ por gigajulio para combustibles de automoción y de 0,15€ para calefacción.
Imagen: ecologismo