Salir de una crisis económica de manera rápida, puede traer sus consecuencias y una de las más temidas es la inflación en países emergentes.
Experiencias en el mundo hay muchos, las más resonantes la hiperinflación en Argentina hacia finales de 1980, pero nunca nada comparable con lo que sucede en Zimbabwe, donde la inflación llegó en 2008 a 100.580%. Sí, leyó bien!
Uno de los países con mayores problemas de inflación en la actualidad es Venezuela, que desde hace años ronda el 32% anual.
Pero desde la superación de la crisis por parte de los países emergentes, los alimentos han tenido una notoria suba de precios, empujando al resto de la economía. Tanto es así, que desde el Banco Central Europeo han comenzado a preocuparse por esta cuestión, señalando su titular, Jean-Claude Trichet, que las amenazas inflacionarias están presentes como una característica general en el mundo emergente, algo que no se ve en las economías avanzadas, si bien reconoció que el crecimiento en el caso de las economías emergentes es impresionante. Y debió haber aclarado, cosa que no sucede en las economías avanzadas…
Los datos hablan por sí solos, la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) analizó la evolución de 55 materias primas alimentarias, que alcanzó en diciembre los 214,7 puntos, frente a los 206 enteros del mes anterior y por encima del anterior récord de 213,5 puntos registrado en junio de 2008, cuando se registró los máximos valores históricos durante la crisis alimentaria sufrida por varios países en el verano de 2008.
Si fijamos la mirada en Latinoamérica, los precios al consumidor están subiendo a una tasa rápida, tal el caso de Argentina y Brasil. En Brasil están comenzando a tomar medidas, ya que la infación real excedió a lo presupuestado, impulsados principalmente por los altos costos de los alimentos El caso de Argentina es distinto, allí para el gobierno, la tasa de inflación nunca excede la prevista, aunque no piensan lo mismo las entidades privadas.
El gobierno brasileño mantuvo su meta de inflación de 4,5% para 2010, pese a los crecientes costos de los alimentos en los últimos meses y planea continuar con su meta anual de 4,5% para 2011, mientras que los analistas calculan un alza de 5,32%.
En México, mostraron un aumento mayor a lo esperado en diciembre, elevando la inflación para todo el año a 4,4%, un aumento frente a la cifra de 2009, cuando el país vivió una profunda recesión.
Perú, otra economía de rápido crecimiento, también está tomando medidas para luchar contra la inflación.
Si miramos a China, la inflación alcanzó en noviembre pasado su mayor valor en 28 meses y el Banco Central de ese país tiene como principal preocupación para 2011, combatir la subida de precios, para ello decidió hace poco aumentar los encajes bancarios y reducir así la liquidez del mercado. En noviembre la inflación de 2010 alcanzó una tasa del 5,1%, para los analistas Pekín considera que un aumento excesivo de precios puede causar no sólo problemas macroeconómicos sino también sociales, como ocurrió en 1989, ya que las protestas de Tiananmen estuvieron precedidas de una fuerte inflación (que llegó al 7% en 1987 y al 18% en 1988).
Así como 2010 significó para muchos países su consolidación como país emergente en crecimiento, este año deberán rendir pruebas de su solidez y seriedad económica y política, para hacer frente a las consecuencias del crecimiento alto de la demanda interna, la liquidez, el acceso fácil al crédito, que pueden derivar en una espiral inflacionaria.
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