Todo inversionista se enfrenta a una serie de desafíos en la gestión de su cartera. El principal de ellos: decidir no sólo cuándo comprar, sino también cuándo vender. Esto es fundamental cuando se está buscando ganancias y más aún cuando esperamos cortar pérdidas.
Uno de los mayores errores en la gestión de la cartera está en el momento de la venta que se realiza para lograr ganancias cuando los beneficios se materializan. No hay nada malo con los beneficios, pero en realidad no siempre serán rentables.
Igualmente importante a lograr beneficios, por su parte, es determinar cuándo vender acciones cuyo valor de mercado ha caído, para que pueda evitar nuevas pérdidas. Imagine una cartera en la que se venden sólo cuando las acciones sean rentables. ¿Pero qué sucede si usted termina con una cartera llena de acciones que valen menos que cuando las compró? Allí se producirá un agotamiento de las reservas rentables que conduce a un proceso de selección negativa.
Para evitar esto, es esencial para reducir las pérdidas, les dejamos 3 sugerencias:
- Compensar ganadoras con perdedoras
Puede ser que tenga una ganancia hoy pero que se compense con una pérdida de mañana. Es decir, al lograr una ganancia y la pérdida al mismo tiempo, se debe buscar generar dos ventajas. En primer lugar, liberar más capital para reinvertir en otros valores, y en segundo lugar, las compensaciones de las pérdidas con los beneficios debe generar que su obligación tributaria quede nula, para que esto no le afecte al rendimiento.
- Plantear tope de rendimiento y pérdidas
Antes incluso de comprar acciones, se debe decidir con anticipación cuando va a venderlas. Esto funciona en ambas direcciones. Por ejemplo, puede decidir vender la mitad de las acciones, siempre y cuando el valor crezca en un 75%. De esta manera, recoge los beneficios de una parte de sus existencias, dejando la otra mitad para seguir creciendo. Al mismo tiempo, puede decidir vender la totalidad de una inversión si su valor cae un 25%.
Estos puntos de precio se puede programar con antelación las órdenes de parada, que ponen detención a nuestro rendimiento excesivo o pérdidas no buscadas.
- Si existe la pérdida, no pensar en ello: mirar hacia adelante
A nadie le gusta cometer errores, sobre todo cuando cuesta dinero. Pero, siendo realistas, nunca van a obtener ganancias del 100% en su cartera. Aprender a aceptar las pérdidas como parte del curso de la inversión es un signo de madurez. El éxito de los inversores se logra cuando aprenden de sus errores, y no se quedan fuera del mercado por temor a nuevas pérdidas.
Confíe en sus instintos y siempre compre sobre la base de criterios sólidos. Esto mejorará su porcentaje de éxito con el tiempo.
Recuerde, fuera de los consejos, que ningún sistema predeterminado de inversión es infalible. Para evitar terminar con una cartera que se ha depreciado por debajo de su valor original, debe compensar ganancias y pérdidas, establecer puntos de venta de precio de antemano, y no detenerse en las decisiones que van al sur.
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