Esta semana ha sido decisiva para el porvenir de Irlanda, ya que en el Parlamento irlandés se logró dar luz verde al plan de rescate de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI), además de haberse aprobado una nueva legislación que fomentará en Irlanda una reforma bancaria.
El texto que ha sido aprobado lleva como nombre “Memorándum de Entendimiento” y ha sido acordado el 28 de Noviembre junto con la UE y el FMI, lo que le permite a Irlanda acceder al fondo conformado por 85.000 millones de euros para poder salir de su profunda crisis económica.
Como es de conocimiento tanto la UE y el FMI son los que le han ofrecido el fondo de rescate a Irlanda bajo la condición que el Gobierno de Irlandés implemente durante los próximos 4 años un plan de ajuste por 15.000 millones de euros, para poder reducir su déficit público hasta el 3% del PIB en 2014. Aunque podría extenderse hasta 2015.
Esta reestructuración del sistema bancario irlandés se dará sobre los bancos nacionales. Por lo que la nueva Ley de Estabilización de Instituciones Crediticias de 2010 se basan además en ciertas recomendaciones que figuran en el Memorándum de Entendimiento. Entre las que estipula que si se dieran ciertos hechos, los tenedores de deuda subordinada deberán de hacerse cargo de parte de las pérdidas de las entidades financieras, algo que sin dudas trae polémicas.
Por lo que los que se verán afectados serán los bancos, cajas de créditos y las entidades prestamistas que se encuentran amparadas por el plan de garantía del Estado.
Polémica también trae el 5,8% de interés que le ha sido impuesto a Irlanda para devolver el fondo de rescate, ya que muchos lo consideran sumamente elevado.
Así como lo referido a la deuda pública del Estado, que muchos creían que era ciertamente manejable pero al momento de incluirle la deuda de los bancos no lo es tanto, ya que a estos se les otorgaron a partir de 2008 más de 35.000 millones de euros con la finalidad de que pudieran sanear sus deudas generando que el déficit público se disparada al 32% del Producto Interior Bruto (PIB).
Imagen: ibtimes