Aquellos trabajadores que padezcan discapacidad grave (mayor al 45%) la cual acorte su esperanza de vida, podrán jubilarse desde los 58 años. Esta resolución ha mejorado la cuestión que, hasta ahora sólo se podía jubilar antes de los 65 años a quienes sufrían discapacidades superiores al 65%.
Entre los beneficiarios bajo el nuevo régimen estarán: los afectados por parálisis cerebral, síndrome de Down, autismo, esquizofrenia o esclerosis múltiple, entre otros. Se calcula que un 9% de la población padece algún tipo de minusvalía, y se espera que alrededor de 25.000 personas puedan acogerse bajo la nueva legislación.
Sin descanso, el Gobierno planea otras reformas en el sistema jubilatorio. La ministra de Economía, Elena Salgado, quiere ampliar el límite de edad para la jubilación más allá de los 65 años.
Cabe destacar que, en ningún caso se verá reducido o mermado su haber jubilatorio, sino que será el que le corresponda por derecho.