Mientras la mayoría de las entidades financieras presenta los resultados del primer trimestre de 2009 (ver Resultados ejercicio 2008), la banca deja atrás la imagen de «solidaridad» con la ciudadania y empieza a «pasar la escoba».
Ahora, uno de los bancos más importantes de España, el Popular ha admitido que cerrará hasta 300 sucursales entre 2009 y 2010 con la finalidad de reducir costes y ganar en eficiencia.
«Siguiendo los consejos» del Banco de España, la entidad que preside Ángel Ron, sostuvo que ya ha eliminado 70 oficinas durante el primer trimestre de este año y prevé cerrar un total de 150 sucursales durante 2009 y otras tantas en 2010.
Paradojicamente, la entidad sostiene que el objetivo de la entidad es la defensa del empleo estable, por lo que «privilegiará» la eliminación de las contrataciones temporales, como la de la campaña de verano, y no repondrá las bajas que se produzcan. El cierre de las primeras 70 oficinas se traduce en una reducción de 114 empleados.
Según palabras del consejero delegado de la entidad, Roberto Higuera, Popular realizará cierres de sucursales «ágiles» para ajustarse al nuevo ciclo económico con menores costes y más eficiencia. Un claro ejemplo de ellos es que los gastos de la entidad han bajado un 9,1% en el trimestre (primera caída de esta partida registrada desde hace catorce años).
Banco Popular obtuvo un beneficio neto de 224,7 millones de euros en el primer trimestre del ejercicio 2009, lo que se traduce en un 30,7% menos que en igual periodo de 2008.