Bancos y cajas han reforzado su oferta de préstamos personales con el objetivo de compensar la desaceleración del negocio hipotecario. Además de la creación de filiales para explotar el filón de los créditos rápidos, la banca apuesta por otras vías, como los préstamos preconcedidos, que se pueden solicitar por teléfono, internet o en cajeros.