A menudo se dice que invertir en Bolsa es como jugar al casino, pero también tras el casino hay una potente estrategia de ciencia y estadística que estima más convenientes unas acciones y otras.
Con respecto a la Bolsa, invertir a largo plazo requiere paciencia, pero tiene asociadas una serie de ventajas, como por ejemplo que no es necesario llevar a cabo una gestión muy activa. En cualquier caso, si algo es imprescindible es seleccionar bien los activos, es decir, las acciones, que formarán la cartera de inversión de manera adecuada.
Los ciclos económicos y la inversión en Bolsa
La economía y los mercados tienen un comportamiento cíclico. Esto significa que cualquier fórmula de inversión se enfrenta a las fases del ciclo económico: recuperación, expansión, auge y recesión.
Por norma general, los mercados suelen llevar la delantera en estos ciclos y encuentran en la Bolsa un barómetro adelantado de la economía y sus ciclos. En el largo plazo, siempre van a existir periodos de caídas en los mercados de difícil previsión.
No obstante, con esto no queremos decir que la economía no crezca a lo largo del tiempo. De hecho, la economía suele mantener una tendencia positiva a pesar de su comportamiento cíclico.
Ante esta situación, ¿cómo hay que plantear el horizonte de la estrategia inversora? Una buena estrategia bursátil sería aquella que tomara conciencia de estos ciclos económicos pero que está orientada al crecimiento económico, no a las subidas de los mercados como consecuencia de estos impulsos cíclicos.
Las claves para conseguir la máxima rentabilidad a largo plazo
La rentabilidad de las inversiones a largo plazo no proviene de la variación de los precios que puedan sufrir los activos en el mercado, al menos en la mayoría de los casos. Uno de los objetivos de la inversión en Bolsa debe ser buscar buenos dividendos y dejar un poco a un lado la estrategia especulativa de “comprar barato y vender caro”.
En este sentido es más apropiado buscar una rentabilidad sostenida a lo largo del tiempo. Aunque los mercados entren en una fase correctiva y los valores de la cartera pierden valor, un objetivo primordial debe ser el de buscar activos con un historia limpio de pago de dividendos. Esta estrategia permite que los activos se recuperen de la caída de los precios, pues de este modo los dividendos protegen de la inflación y aumentan el patrimonio.
En Eurekers, la comunidad referencia de pequeños inversores, apuestan de manera decidida por estas fórmulas para invertir en Bolsa y rentabilizar ahorros.
Desde Universidad de Bolsa, con su curso de Bolsa, apuestan también por la inversión sencilla, entendiendo sencilla como adjetivo adecuado para acercar al público general el mundo de la Bolsa y los mercados financieros.
Además de la apuesta por los buenos dividendos, otra recomendación para encontrar rentabilidad en la inversión a largo plazo pasa por seleccionar valores estables. En momentos favorables hay que saber administrar las ganancias al tiempo que se protegen los beneficios en épocas de recesión.
Las compañías asentadas en los mercados, con reservas de capital sólidas e intereses en diferentes regiones del planeta suelen comportarse de mejor modo en épocas de recesión económica que otras que no disponen de recursos suficientes que aseguran el pago de dividendos. Por ahí va un poco la idea de seleccionar valores estables.
En la selección de valores es preferible optar por empresas con gran capitalización bursátil y con una posición financiera fuerte, en detrimento de otras opciones que en el corto y medio plazo son más atractivas.
Un tercer consejo, y esto es una recomendación frecuente y conocida por todos aquellos que se inician en el mundo de la Bolsa es la diversificación. En los mercados bursátiles se puede invertir en bancos, aseguradoras, salud, servicios públicos, telecomunicaciones, energéticas… esto muestra que existe una gran cantidad de sectores económicos que responden de una forma diferente y que animan a diversificar.
Cuando se habla de diversificar no se trata únicamente de hacerlo entre sectores, sino también en diferentes zonas geográficas, para evitar riesgos inherentes a las inversiones de largo plazo. No es para nada recomendable confiar toda la estrategia inversora a una única empresa, de un determinado sector económico y de una zona geográfica concreta.
Por último, en las estrategias inversores siempre hay que buscar ese plus de rentabilidad, algo que se puede conseguir añadiendo un poco de “picante”. Si todo se limita a inversiones rentables y confiables en el tiempo, ese plus de rentabilidad se está perdiendo.
La Bolas es riesgo, pero riesgo controlado. Los mercados y las economías emergentes responden muy bien ante esta búsqueda del plus añadido, aunque insistimos que siempre debe reinar la cautela y la moderación en las inversiones, buscar ese comportamiento estadístico o científico de los mercados financieros, que los tienen. De lo contrario, no sería una actividad tan demandada.