La burbuja hipotecaria no es el primer ejemplo de especulación con final infeliz en la historia, ni será el último seguramente. Hasta hace poco fueron las propiedades, pero pocos saben que existen plantas que en su momento causaron el mismo efecto, aunque, como el mundo no estaba globalizado, la superficie afectada fue menor.
A fines del siglo XVI llegaron a Europa Occidental los tulipanes, una planta que no era demasiado atractiva pero gracias a una mutación que sufrió dejo de ser Bestia para convertirse en Bella y comenzó a ser preciada en la población.
En Holanda, hoy conocida como la tierra de los tulipanes, había un mercado creciente y los bulbos de esta planta pasaron a ser estrellas, cotizando a un alto valor y con una demanda que superaba cualquier expectativa.
En la tercera década del siglo XVII, los bulbos de tulipanes ya no sólo eran la estrella sino que subían desbocadamente su precio, al punto tal que la gente optaba por vender sus pertenencias para comprar bulbos a cualquier precio, creyendo que siempre sería beneficioso.
Y no sólo lo hacían los millonarios y hombres de negocios, sino que aquellos con pocos bienes y capacidad financiera tomaron el mismo camino creyendo que se volverían ricos indefectiblemente.
¿Y que sucedió? Los que sabían del negocio consideraron que bien podría comenzar a agotarse, y aprovechando los altos precios comenzaron a vender, vender y vender. Esto generó una veloz tendencia a la venta, por lo cual el precio comenzó a bajar abruptamente.
De ese modo, aquellos que habían comprado a precios siderales perdieron dinero, y peor aún les fue a quienes apostaron al mercado futuro, que teniendo un precio fijado en franco descenso debían afrontar lo comprometido.
¿Y cómo fue el final? El Estado, ese que siempre ha sido mal visto cuando interviene, intervino para que pocos quedaran satisfechos: por un lado anuló varios contratos y por otro lado modificó los de futuro, pero tanto compradores como vendedores perdieron de algún modo, y sólo ganaron los que se fueron a tiempo.
¿Qué vino después? Unos pocos ganadores y un país en crisis. ¿Nada nuevo, no?