Si llevamos casi un año con la guerra del pasivo, si este pasado mes de junio asistimos al guerra de la tarifa de móviles y poco después a la guerra de tarifa de los paquetes de cigarrillos, la guerra de las tarifas de ADSL no se podía hacer esperar, y aquí acaba de llegar, dispuesta a quedarse, con Telefónica lanzando un órdago a sus competidores para evitar caer por debajo del 50% de cuota de mercado, lo cuál marcaría un mínimo histórico para la operadora y pondría en dificultad máxima su modelo de negocio.
Por ello Telefónica no ha dudado en lanzar una campaña de captación de clientes de ADSL muy agresiva, combinándola la contratación de una línea móvil con Movistar, de forma que mata dos pájaros de un tiro, ya que consigue conservar su poder de mercado en ADSL a la vez que mantiene la competitividad con el resto de operadores en telefonía móvil, donde estaba perdiendo cuota de mercado a pasos agigantados.
La oferta de Telefónica es realmente tentadora, ya que ofrecerá su conexión ADSL a 10 megas a 24,90 euros, es decir una diferencia de 16 euros con respecto a su tarifa mensual actual, lo que supone un importante ahorro, aunque eso sí, se necesita disponer de una línea móvil con Movistar para poder aprovecharse de esta oferta.
Orange, uno de los grandes competidores de Telefónica, no ha dudado en contraatacar, y ha lanzado una campaña similar, con ADSL y móvil, en la que ofrece la conexión a Internet por el precio de 15,95 euros, una reducción de 10 euros con respecto al precio que venía manejando hasta ahora. Por otro lado, parece que Jazztel no ha realizado ningún movimiento todavía y mantiene su ADSL a 19,99 euros, sin cambios en el horizonte.
La buena noticia es que de esta guerra de precios, como de todas las que se produzcan el gran beneficiado es el consumidor que recibirá un servicio igual o mejor al que venía recibiendo, pero a un precio mucho más competitivo, con lo que conseguirá ahorrarse una buena cantidad de dinero.
Por otro lado, no podemos olvidar que las tarifas de ADSL en España eran de las más caras de Europa y que esta guerra de precios servirá para que se produzca un ajuste en el mercado y las tarifas se empiecen a asemejar a las de nuestros vecinos europeos, lo que sería la única forma de poder empezar a competir en productividad con ellos.