Frente a la crisis financiera internacional y a la escasez de liquidez, las entidades financieras se abocaron a la captación de dinero a través de ofertas de pasivo como depósitos o cuentas.
Antes, productos de segundo nivel, ahora las vedette de la temporada. Sin embargo, y por más publicidad que las entidades realicen, los datos obtenidos reflejan la escasa rentabilidad que muestran, a pesar de la impresionante variedad que brinda el sistema financiero español.
Hoy, sólo una docena de depósitos y un fondo de inversión superan los índices inflacionarios del 4,6%, el peor dato desde julio de 1995.
Pero además de estos productos, ni las letras del Tesoro, que remuneran un 3,934%, y ninguna cuenta de ahorro (Oficina Directa de Pastor ofrece el mejor tipo, un 4,5%), se encuentran por encima del 4,6%.
Solo el fondo Banesto Fondepósitos (7,6%) y los depósitos a un año de Openbank (5,25%), CAM, Pastor (5,22%), Bancaja y Halifax (5%) y Caja Duero (5,14%), por ejemplo, superan los números de la “maldita” inflación.
Según las estadísticas del Banco de España, la rentabilidad media de los depósitos hasta un año de plazo se sitúa en un 4,57% y la de los productos entre uno y dos años está en un 4,27%. Ambas referencias tampoco superan al coste de la vida.
El panorama mejora si observamos las rentabilidades futuras. Diecisiete productos superan el 4,6% de inflación en función de su retorno proyectado para los próximos doce meses.
En cuanto al futuro, el panorama no parece ser el mejor ya que las entidades financieras prevén reducir las remuneraciones de sus depósitos y cuentas y solo tienen estipulado colocar las ofertas más interesantes a los depósitos a un año.
El horizonte muestra un escenario incierto, con mucha especulación previa y poca certeza de lo que ocurrirá en los próximos meses.