El mercado de renta variable norteamericano está débil. Las empresas financieras vuelven a las caídas después de que el presidente de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren declarara que la expansión económica se va a ralentizar. La crisis subprime y el deteriorado mercado de renta fija van a pasar factura a las empresas financieras para el cuarto semestre según el Deustche Bank, esta declaración no ha sentado bien al sector.
El panorama, para algunos, es que la recesión ya está aquí lo que va a castigar a los resultados empresariales, algo que podría suceder en los próximos dos trimestres, ha matizado Rosengren. El mercado inmobiliario juega un importante papel en estas cuestiones y de ahí el interés de las autoridades de minimizar el deterioro.
Los datos que se van publicando y las declaraciones que pueden oírse no son nada nuevo. La economía norteamericana está algo tocada después de un crecimiento importantísimo de los beneficios de las empresas cotizadas. La cuestión ahora es qué va a pasar, y si observamos lo ocurrido en el pasado reciente las autoridades monetarias van a jugar con dos instrumentos: las declaraciones y los tipos, pero con el nuevo estilo. En primer lugar no se producirán bajadas por sorpresa, la FED quiere que se conozcan sus intenciones. Por otra parte no debería sorprender ver a los tipos más abajo si las cosas van demasiado lejos, lo que lleva a pensar que el dólar lo tiene difícil para remontar el vuelo.
Lo cierto es que ya se pueden ver anuncios de despidos y recortes de costes para mantener el beneficio. El ambiente en la economía norteamericana puede que tarde en alcanzar Europa pero sería raro que no llegara. Ya comienza ha haber datos adelantados negativos: descenso en el número de pernoctaciones en el turismo interior y una campaña navideña que parece que ha encontrado prudencia entre los consumidores.