En un año tan difícil como está siendo 2020, la picaresca se ha disparado en el sector digital. Hace poco, se confirmaba un dato de lo más alarmante: el fraude online crecía un 500% en los últimos meses. Una tasa que se ha disparado sobre todo a raíz del confinamiento realizado en la primera mitad del año, como también por el incremento en el uso de plataformas y servicios a través de internet.
Ciertamente, lo de los engaños por la red de redes no es algo completamente nuevo. Las artimañas de personas con malas intenciones llevan viéndose en este ámbito desde que se abrieron las puertas de los primeros portales web. De hecho, ya en 2011 se registraron numerosos casos de fraudes en supuestas bancas online. Su sombra siempre ha estado ahí, pero es cierto que el peligro ha aumentado este año, y de forma considerable.
Las autoridades lo han advertido, y recomiendan a los ciudadanos moverse con cuidado y, sobre todo, ser responsables en internet. Es cierto que el océano digital tiene un millón de oportunidades, que abre unas puertas gigantescas a los usuarios que necesitan soluciones o que simplemente buscan informarse. El problema está cuando las estafas se combinan con los créditos online, cuando pueden derivar en la quiebra o la más absoluta bancarrota de las personas engañadas. Entonces, el peligro es todavía más grande.
Durante los últimos meses, policía y guardia civil han conseguido desarticular diferentes bandas que operaban por internet y se aprovechaban de personas con menos conocimientos, o que depositaban su plena confianza en toda comunicación que les llegaba online. Hay que andarse con mil ojos y, sobre todo, actuar con coherencia y sentido común. La red es un lugar maravilloso, pero es evidente que está lleno de peligros.
Esquivando los engaños en los préstamos online
Ciertamente, el de los créditos y préstamos por internet es uno de los campos en los que más peligros hay. Los estafadores saben que los usuarios que acuden a este terreno lo hacen por una necesidad económica, y no dudan en buscar la mejor manera de sacar partido de la situación, normalmente vulnerando cuestiones tan importantes como la privacidad, la confidencialidad y otros tantos derechos de las personas.
¿Existe alguna estrategia para evitar estos engaños y estafas? Por supuesto que sí. Si algo bueno tiene internet es que, por cada problema, también pone a disposición del usuario cientos de soluciones. Por supuesto, huelga decir que, en el caso de ser víctima de una estafa, hay que ponerse en contacto cuanto antes con el defensor del consumidor para maniobrar rápidamente, incluso con algún abogado para interponer una demanda con la que obtener alguna indemnización.
Ahora bien, si todavía no se ha dado el caso y lo único que pasa es que el miedo ante una estafa está latente, entonces hay que andar con cuidado. Insistimos, las autoridades han registrado un incremento del 500% en muy poco tiempo, y lo peor es que es una tendencia que va a seguir creciendo. ¿Qué se debe hacer entonces para andar con cuidado y no ser víctima de un engaño al pedir un crédito? Lo cierto es que, en realidad, no es algo complicado.
Qué hacer para evitar fraudes en las solicitudes de crédito por internet
Antes de empezar a buscar por cuenta propia, lo más aconsejable es acceder a un comparador de créditos. En la red puedes encontrar cientos de ellos, y la verdad es que ofrecen un servicio bastante interesante. Recopilan los mejores préstamos de las financieras de internet, y lo que es mejor, de las financieras más reputadas y fiables. En ellos solo se aúna material fiable y de calidad, por lo que ya dan una seguridad extra para evitar ser víctima de una estafa de este tipo. ¿Te interesa esto? Puedes ver más detalles aquí.
Aun así, no es la única vía para evitar las estafas. Huelga decir que toda financiera que te aborde por correo electrónico pidiendo algún dato de carácter personal, sea número de teléfono, DNI, o peor aún, cuenta bancaria, tiene todas las papeletas de ser un engaño. Esa información tan delicada nunca viaja a través del e-mail, no al menos bajo petición de una entidad de este tipo.
Asimismo, aquellas que pidan un adelanto de los pagos de las cuotas están operando justo en dirección contraria a lo que debería ofrecer su servicio. Una financiera, sea online o no, da su dinero para ayudar, no cobra por adelantado. Eso significa que, si alguna con la que contactas pide pagar antes de ingresar el dinero en cuenta, está intentando engañar al consumidor y debería incluso ser denunciada.
Son factores sencillos, que no conviene olvidar si de verdad se quiere actuar con seguridad y sin engaños en internet. Desafortunadamente, el peligro de las estafas no deja de crecer y cada vez tienen estrategias más originales y distintas. Pero, al final, el sentido común y la atención al detalle son lo que mejor funciona contra ellas.