Desde octubre de 2008, fecha en que se desató la tormenta financiera que puso en jaque a la economía y a las finanzas mundiales, el Estado español a inyectado ayudas directas a la banca por un importe de aproximadamente unos 216.000 millones de euros. Estas ayudas directas, que no incluyen las ayudas ya amortizadas ni los préstamos del Banco Central Europeo, equivalen al 21% del Producto Interior Bruto de España.
Ayudas directas, el mayor riesgo para el Estado
Estas inyecciones directas de préstamos y de capital en las entidades financieras suponen el mayor riesgo para el Estado, y por lo tanto para el contribuyente. Entre lo ya desembolsado y lo que llegará en los próximos meses por ambos conceptos se habrá regado a la parte más débil del sector financiero con unos 120.200 millones. En definitiva, miles de millones de euros que van destinados a evitar, o a retrasar, la quiebra de entidades muy concretas.
Las inyecciones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB)
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se creó en junio de 2009, meses después de la intervención de Caja Castilla LaMancha, con el objetivo de propiciar la reestructuración del sector bancario. La entrada directa en el capital de las cajas de ahorros con miles de millones de euros, perimitió a éstas proceder a fusionarse, cerrar oficinas o a despedir a realizar ajustes serios en sus plantillas, pero no impidió que estas entidades llegasen a 2012 con unos balances muy dañados y seriamente comprometidos debido al riesgo inmobiliario.
Para sanear los activos tóxicos del ladrillo, el gobierno obligó a realizar a todo el sector unas provisiones que alcanzaron los 85.000 millones de euros, motivando la petición de ayuda europea que se ha concretado esta semana con los 37.000 millones de euros concedidos a Bankia, Catalunya Banc, Nova Galicia y Banco de Valencia. Entre los primeros préstamos (nunca devueltos), las primeras inyecciones del FROB y las que hará ahora gracias a la ayuda europea se rozan los 59.000 millones de euros. La cifra aún aumentará en unos pocos miles de millones más cuando Liberbank, BMN y la fusionada España-Duero pidan las ayudas necesarias para cubrir sus necesidades de capital dentro de dos semanas.
Y ahora Sareb, el banco malo
La imposición de la Unión Europea, el BCE y el FMI, de crear un banco malo, bautizado con el ridículo nombre de Sareb, requerirá la inyección, en principio, en dicha entidad de unos 2.400 millones de euros de dinero público. Pero, además, esta nueva entidad podrá emitir bonos avalados por el Estado, que entregará a otros bancos como garantía de sus préstamos.
Estos bonos avalados por el Estado son una ayuda pública a todos los efectos, y ya hay comprometidos bonos por 44.000 millones de euros para las cuatro entidades nacionalizadas. Asimismo, el Banco de España calcula que harán falta unos 15.000 millones más para aquellas entidades que solicitarán nueva ayuda.