¿Qué haces en los últimos compases de tu trabajo diariamente? no es una pregunta poco importante, cómo terminemos la jornada laboral no sólo tiene relevancia desde el punto de vista de nuestra eficacia profesional, también puede contribuir a una mejor sensación personal al acabar el día, algo que a la larga tiene mucho que ver con nuestra relación positiva o negativa con el trabajo.
Realmente, como veremos, no se trata de una forma aislada o de ideas islote. De lo que se trata realmente es de generar también una rutina positiva a la hora de terminar el trabajo. Muchas veces insistimos en la importancia de las rutinas positivas a la hora de comenzar las jornadas laborales, pero, acabar bien el día pude ser tan importante como haberlo empezado del mismo modo.
Una base importante de todo esto es tener en cuenta que al menos una parte de final de tu jornada laboral (una parte importante) debe dirigirse a preparar el arranque del día siguiente, esto incorporado a las rutinas de trabajo se convierte en una buena idea que además facilita el arranque matutino.
1 – Repasa las tareas pendientes
Este momento final del día (la igual que sean 10 o 15 minutos e incluso un poco más) resulta muy adecuado para revisar las tareas pendientes, puede que encontremos esa pequeña tarea que vamos a ser capaces de terminar antes de concluir la jornada laboral y evitar traspasarla al día siguiente. En cualquier caso siempre es un buen momento como decimos para revisar nuestros trabajos pendientes ya que también nos ayudarán a preparar el siguiente punto.
2 – Prevé las tareas de mañana
Si eres capaz de dejar, aunque sea en borrador, un listado de las tareas prioritarias del día siguiente vas a facilitar mucho el inicio del día de manera correcta al tener más enfocados los puntos importantes al menos de inicio. Realmente este no suele ser el momento recomendado para esta tarea, por tanto tampoco se trata de realizar un listado exhaustivo, simplemente dejar claras las tareas prioritarias relevantes e ineludibles para los primeros compases del día siguiente.
3 – No te compliques: tareas simples
Deja para el final sólo tareas simples si puedes. Cosas como ordenar papeles o consultar el correo electrónico, pueden ser igual de eficaces realizadas a última hora del día ya que no van a requerir en principio un gran esfuerzo de concentración, en el caso de las comunicaciones en forma de correo electrónico, aquellas que sean relevantes pasadas automáticamente a la lista de tareas al día siguiente.
4 – Organiza tu espacio de trabajo
Aunque seas un prodigio de orden es muy probable que al final del día tu espacio de trabajo tenga cierto desorden, este último tramo de tu jornada laboral es bueno para organizar, recoger y ordenar tu espacio de trabajo. Todos los estudios demuestran que los espacios de trabajo desordenados obstaculizan la capacidad de procesar información y concentración; aún no siendo conscientes de ello el desorden compite por nuestra atención casi como un sonido molesto o similar. Por otro lado comenzar la jornada laboral en un entorno más ordenado y organizado favorecer un inicio más correcto de las tareas profesionales.
5 – Desea buenas noches
No, no es una tontería.Realmente solemos iniciar los días expresando en voz alta nuestro buen deseo para todos en nuestro entorno laboral a partir del saludo de buenos días, sin embargo, no resulta infrecuente que la salida del trabajo no se acompaña de un buenas tardes o buenas noches o simplemente hasta mañana…Esto resulta especialmente importante en el caso de personas con responsabilidad directa sobre el desempeño laboral de sus compañeros.