Es una pregunta que, realmente, vengo planteándome hace años, y ahora lo compruebo y reformulo (antes miraba en referencia al resto del mundo, y su posición de líder), ¿le importa a los estadounidenses el techo de la deuda?
Como los líderes del Congreso continúan en duelo hasta la fecha límite puesta en el 2 de agosto para elevar el techo de la deuda de Estados Unidos, aún sin signos de un acuerdo, un gran porcentaje de su población dejó en claro lo que piensan de la cuestión: están hartos de escuchar sobre el asunto.
Si no se alcanza un acuerdo para elevar el techo de la deuda el 2 de agosto, fecha límite, el gobierno federal podría incumplir sus obligaciones, cerrando los pagos a los inversores, proveedores, empleados federales y dejando de lado los programas de prestaciones como el Seguro Social y Médicos, todo lo cual podría enturbiar los mercados financieros y potencialmente conducir a una caída en el gobierno de los Estados Unidos.
Incluso los estadounidenses que no reciben pagos del gobierno es casi seguro que sentirán los efectos en la forma de mayores tipos de intereses hipotecarios y los tipos de interés de tarjetas de crédito, por no hablar de la posibilidad de otra crisis económica.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ha advertido acerca de caos financiero potencial en un momento en que la recuperación del empleo y el crecimiento del PIB flaqueen. «Incluso un defecto a corto plazo podría causar daños irreparables a la economía estadounidense», así se expreso el secretario.
Teniendo consecuencias tan nefastas por delante, ¿por qué complacencia?
Los norteamericanos pueden ver el tema de la deuda como otro paso en la partida de ajedrez político entre demócratas y republicanos. La mayoría de la gente realmente no se preocupan por el techo de la deuda en este momento porque saben que el Congreso va a llegar a algún tipo de compromiso.
Sin embargo, el no llegar a un acuerdo sobre el techo de la deuda en Washington no se debe interpretar como falta de preocupación por el problema de parte del gobierno de Estados Unidos. Según se predice, no es necesario alarmarse sobre un tema a corto plazo. Sin embargo, habrá que mirar más adelante porque en tres a cinco años van a tener algunos problemas reales y se convertirá en una verdadera crisis.
De hecho, como los meteorólogos del Congreso predicen (la Oficina de Presupuesto), la deuda nacional podría superar el PIB en 10 años, entonces realmente sería motivo de preocupación la posición fiscal a largo plazo de los Estados Unidos.
Imagen: Financialred