La ley de jubilación a los 67 años y con ello el retraso de la jubilación, todavía se encuentra ligada a una serie de discusiones y a que el Gobierno apruebe la reforma de las pensiones, a través de un decreto en caso de no darse la unión política para aprobarla.
Aunque el presidente Zapatero haya anunciado que el sistema incluirá ciertos aspectos que le otorguen cierta flexibilidad y más allá de las discusiones, se estima que se apruebe la jubilación a los 67 años.
Dentro de los aspectos que hagan flexible la edad de la jubilación, se maneja la de tomar en cuenta los años cotizados por el trabajador así como el carácter penoso de ciertos trabajos. Junto a la aplicación progresiva, ligada con cada trabajo.
Por parte de la subcomisión parlamentaria del Pacto de Toledo para la reforma de las pensiones se encuentra a punto de lanzar el informe, pero no concretará en dicho texto la edad de jubilación, ya que los grupos señalan que son incapaces de llegar a un acuerdo en cuanto a esto.
El proyecto que se aprobará por parte del Consejo de Ministros el 28 de enero, prolongará la edad laboral a partir de los 65 hasta los 67 años que se manejan.
Algo que se estima como impostergable para poder garantizar las pensiones de los trabajadores, que actualmente poseen entre 40 y 50 años, y de los inmigrantes, que podrán tener derecho a prestaciones públicas. Aunque aún restan definiciones importantes sobre las propuestas para retrasar la edad de la jubilación.
Un punto en discusión es la consideración de los años cotizados para determinar el valor de la jubilación. Actualmente se toma un promedio de los últimos 15 años, que se suponen son los de mejor sueldo, pero en el proyecto de reforma se espera llevar a 20 años el cálculo y progresivamente elevarlo hasta los 25 años. Esto implicará una jubilación menor, ya que la base para su cálculo incluirá sueldos más bajos. Algunos arriesgan que el sistema debería considerar los salarios cotizados durante toda la vida laboral, algo que ya hace Portugal y Suecia. Francia en cambio en su última reforma ha llevado a 25 años y Austria a 40.
Al parecer la mejora en calidad de vida, que ha implicado una vida más longeva, tiene sus contras, como tener que trabajar más allá de lo que uno hubiera imaginado y de los que muchos por sus condiciones físicas pueden .