La actual coyuntura económica ha resultado letal para muchos sectores de la economía española como la restauración, el textil y la minería. No obstante, la crisis ha traído consigo nuevas tipologías de negocios.
La actual coyuntura económica ha resultado letal para muchos sectores de la economía española, pues además de la archiconocida construcción con su legendaria burbuja, bajo las aguas de esta crisis yacen hundidos “pecios” como la restauración, el textil y la minería, entre otras industrias que han corrido la misma suerte.
De hecho, reputadas marcas de moda como Caramelo o la sevillana Victorio & Lucchino, que hasta hace unos años permanecían ancladas a la prosperidad, han sido pasto de sendos expedientes de regulación de empleo e incluso la firma oriunda de Sevilla se ha visto obligada a dar un paso más y solicitar un concurso de acreedores para hacer frente al aluvión de denuncias por impago y embargos. En cambio, mientras ciertos nichos económicos reculan muy a su pesar, otros emergen y crecen con vigor auspiciados por esta crisis en la que los ciudadanos acusan nuevas necesidades, como los préstamos online o negocios de venta de productos de segunda mano porque la urgencia de dinero rápido y el ahorro están más de moda que nunca. En definitiva, podríamos hablar de lo que la crisis se llevó y de los nuevos negocios que trajo consigo.
Lo que la crisis se llevó
En esta línea, la crisis ha devorado 46.300 empleos del sector textil, a tenor de los datos suministrados por fuentes del sector, mientras que 60.000 establecimientos vinculados con la restauración han cerrado sus puertas, según el presidente de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), José María Rubio. Por lo tanto, las vacas flacas predominan en ambos sectores, pero a algunos nichos parece haberles venido de perlas la coyuntura económica pues les ha permitido crecer; un verbo reservado para unos privilegiados.
La crisis como una oportunidad
De esta manera, mientras languidecen los bares de precio medio, los de comida rápida facturan millones. Sin dar muchas vueltas, podemos citar el ejemplo McDonald’s y Burger King que lejos de achicarse, generan empleo, puesto que esta última invertirá 150 millones para abrir nuevos locales en los próximos cinco años. Uno de los casos más curiosos viene de la mano de Ikea, ya que en estos tiempos de crisis los beneficios que le granjean sus restaurantes, a la corporación de muebles y decoración crecen de forma exponencial. Incluso se les ha llegado a tachar de auténticos comedores sociales que convocan diariamente a una ingente cantidad de personas que se han topado con un filón para solucionar el tema de la manutención de los suyos, dado lo económico de los menús del gigante sueco.
Los nuevos negocios que la crisis trajo consigo
Por otro lado, si hasta unos años apenas existían empresas de préstamos online, la época actual se caracteriza por la abundancia de ellas. Así, ante una situación de necesidad de crédito sobrevenida, el arsenal de franquicias que nos brindan liquidez es apabullante y proliferan en internet regadas por esta adversidad. Entre las empresas del ramo figuran decenas de nuevas empresas como Cashper o dispon.es. Ambas comparten idéntico leitmotiv: pertrecharnos de dinero sin demoras, aunque no dispongamos de aval. De esta manera, Cashper nos despacha una liquidez inmediata con unos préstamos online bastante especiales, de hasta 500 euros en sólo una hora, y pretende convertirse en ese amigo financiero al que recurrir en caso de apreturas económicas. No necesita aval y permite hacer el trámite sin papeleos de por medio.
Por su parte, dispon.es, aunque algo más modesto en la cuantía que ofrece ya que solo concede hasta 400 euros, se caracteriza por la fugacidad de su producto. Sus créditos en 10 minutos son posibles gracias a la simplicidad de los trámites, al que puede acceder todo aquel que lo solicite aunque no se encuentre empleado, siempre que cuente con una fuente de ingresos recurrente ya sea por su condición de pensionista o se halle percibiendo el paro.
Otros que también remontan posiciones en su contabilidad son los negocios consagrados a la compra y venta de mercancía de segunda mano. Así, portales como Ebay, empresas como Truékalo, cuyo propósito es erigirse en una red para cambiar objetos usados entre los usuarios registrados. Por lo tanto, el antiquísimo trueque, anterior a la invención del dinero, vuelve a estar sobre la mesa y a demostrar su vigencia ya que cualquier objeto puede servirnos de moneda de cambio para obtener otro. Por no hablar de aquellas empresas dedicadas a los descuentos online que han desatado una auténtica fiebre por el ahorro. Todas estas opciones tan en boga nos han enseñado que reutilizar lo que otros han desechado por diferentes motivos no es un reclamo de pobres, sino de espabilados capaces de olfatear la ganga por muy recóndita que ésta se encuentre. Así, Ebay ha dejado de ser el zoco online donde solo se prodigaban los coleccionistas, para convertirse en un punto de encuentro de objetos de toda clase en busca de un nuevo dueño que confiera sentido a sus restantes días.
Resulta obvio que la mala situación económica nos enseña lecciones de vida que necesitábamos aprender y ya se sabe que «la letra con sangre entra». Por lo tanto, bienvenido sea su escarmiento si con ello aprendemos a ahorrar y a reutilizar los objetos que otros descartan, pero que todavía pueden rendir y prestarnos un segundo uso.