Cada día nos levantamos con algún cierre de empresa o suspensión de pagos, y el despido consecuente de miles de trabajadores que se quedan en el paro.
Le ha tocado el turno al grupo valenciano Sáez Merino, que comercializa marcas como Lois o Cimarron. Dicha compañía acaba de presentar la solicitud de liquidación de la compañía, que actualmente cuenta con una plantilla de 350 empleados distribuidos en sus dos centros de Benaguasil (Valencia) y Daimiel (Ciudad Real), según confirmaron a Europa Press fuentes sindicales.
«A ver si dan la cara los responsables de la compañía», recalcaron fuentes sindicales a Europa Press, quienes avanzaron que pedirán «explicaciones» sobre «por qué se ha llegado a esta situación, y sobre todo, por qué después de tanto sacrificio nos encontramos con este final», con el objetivo de «a partir de ahí, ver el camino a seguir».
El grupo ya presentó, en 2004, un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para la extinción de los contratos de 541 trabajadores, dedicados todos ellos a la confección, y pertenecientes a los centros valencianos de Carcaixent, Torrent, Benaguasil y Ayora, y al de Casas Ibáñez, en Albacete.
Veremos con que nuevos cierres nos despertamos mañana.