Una vez más, tras los movimientos que ya se habían realizado este pasado mes de febrero y al comienzo de la crisis, con la caída de Lehamn Brothers, los Bancos Centrales más importantes del mundo, el Banco Central Europeo, la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central del Reino Unido, y el Banco Central de Suiza, han decidido unir sus fuerzas para intentar acabar con la especulación y dar un respiro a la economía real.
Para ello han decidido inyectar liquidez en los mercados en dólares, para que los bancos y cajas de estos países puedan realizar sus operaciones corrientes con normalidad sin caer en el bloqueo absoluto en el que se encontraban hasta ahora y que les impedía sacar adelante sus obligaciones como fuente de liquidez y financiación para los ciudadanos y las empresas.
Y es que incluso el Banco Central Europeo, en su boletín mensual, ha instado a los bancos y cajas europeas a que trabajen en la búsqueda de la liquidez que necesitan para poder financiar a la sociedad, lo cuál es esencial para poder salir entre todos de la actual crisis.
El BCE ha ofrecido alternativas a estas entidades financieras, de forma que podrían conseguir dinero fácilmente. Por un lado, les ha pedido que no repartan dividendos entre sus inversores durante unos años, de forma que el dinero que se ahorrarían con ello lo podrían utilizar de manera líquida para conceder nuevos préstamos, tanto hipotecarios, como de consumo, como de inversión.
Por otro lado, también les ha pedido que aprovechen al máximo las oportunidades que los diferentes Estados les están concediendo en forma de financiación y liquidez, unas oportunidades que están apareciendo en forma de compra de activos y pasivos tóxicos bajo subastas públicas. Sin embargo, muchas entidades con necesidad no están acudiendo a estas subastas por miedo a que el conocimiento de las mismas por parte del público en general pudiera provocar cierta desconfianza.
Y, por último, también insta a las entidades financieras a que acudan a los mercados internacionales de deuda con el objetivo de obtener esa liquidez que ahora no tienen. En muchas ocasiones, los bancos y cajas europeos están prefiriendo guardar la ropa antes que nadar, lo que está provocando que no acudan a solicitar dinero en los cauces habituales, por su incapacidad supuesta para poder devolver este dinero posteriormente.
Ahora, este agrupamiento de los principales bancos centrales a nivel internacional, con una inyección de liquidez importante en el sistema, permitirá que muchas entidades financieras tengan un pequeño respiro a través del cuál podrán dar salida a determinados proyectos de financiación en la sociedad y conseguir así normalizar el funcionamiento de la economía mundial.
Y es que no podemos olvidar que con la obsesión por la austeridad que hemos estado teniendo estos últimos años, se ha conseguido paralizar cualquier atisbo de crecimiento económico, condenando a la sociedad a vivir anclada en parámetros de difícil aceptación tras los años de bonanza anteriores, y evitando que la crisis económica pudiera quedar atrás de una vez por todas.
Menos mal porque yo ya pensaba que Grecia se iba a desplomar, lo cual nos hubiese perjudicado a todos los europeos