La crisis crediticia continúa extendiéndose. El mercado norteamericano ha experimentado una caída y esto se debe, en gran parte, a que Citigroup ha declarado que la morosidad será plaga en el sector financiero, al menos, lo que queda de año. Por otra parte han proliferado las especulaciones sobre el impacto de la crisis. Parece posible que la crisis de la deuda no se va a limitar al tercer trimestre, sino que puede ir más allá. La importante caída en los beneficios de los bancos puede aún prolongarse. Citigroup se anota una caída en el beneficio de un 57%, nada menos. Para más incertidumbre el Citigroup es el primer gran banco que presenta resultados y hay temores de que los resultados sean peor de lo que se esperaba. JP Morgan presentará cuentas el 17 de Octubre y el Bank of America lo hará el 18. En promedio, se espera una caída del beneficio próxima al 15%, una cantidad comparable a lo peor de la crisis del 2000.
Por otra parte, parece que el consumo privado se está ralentizando. Firmas de artículos de lujo están perdiendo posiciones en bolsa, especialmente algunas de artículos de lujo. El hecho de que el consumo privado se ralentice es una mala noticia que puede generar un efecto dominó serio que acabe perjudicando a Europa.
En otras crisis recientes ya se ha visto la agilidad y la sintonía entre la Reserva Federal y el gobierno norteamericanos en contraste con las autoridades europeas. Es probable que si las cosas comienzan a ir mal el dólar vaya aún más abajo.
El ambiente macroeconómico está tomando un cariz delicado y, si se produce una ralentización, España puede estar en una situación difícil. En los años pasados es cierto que la economía ha crecido pero a costa de un aumento de la población y, por otra parte el crecimiento se ha debido en gran medida a la actividad constructora. Una caída del precio de la vivienda generada por una menor demanda no es una buena noticia a pesar de lo que algunos nos quieran hacer creer. En los Estados Unidos hay empresas pujantes que pueden absorber o compensar la caída de algún sector concreto, aquí no. El modelo económico de cañas, tapas y apartamentos va a aguantar mal una crisis global.