No estamos solos. Media Europa está apriéntadose los cinturones para hacer frente a los gastos extras en los peores momentos económicos en algunos años. La falta de poder adquisitivo está haciendo que los consumidores franceses se impongan, con mayor frecuencia, restricciones presupuestarias.
Según el ICEX, inquietos, los consumidores no vacilan en recortar los gastos. Los primeros sobre la lista son las vacaciones y el ocio, la ropa, el vehículo y la alimentación.
Desde comienzos de los años 90, el gasto alimentario del consumo doméstico total tendía a estabilizarse en Francia. Sin embargo, desde el ejercicio de 2003 se ha registrado un descenso, pasando del 21,3% al 19,6% durante 2007, según el Instituto Nacional de Estadística.
Actualmente, los consumidores galos se muestran más decididos a comparar precios y aprovecharse de las ofertas promocionales, decantándose en muchos casos por los establecimientos y productos más baratos.
Como dato importante reseñar que el 48,6% de los franceses compraría menos bebidas alcohólicas en caso de dificultades financieras, y el 32,9% reduciría su gasto en pescado y marisco.
No obstante, los franceses continúan dándose el gusto en lo que se refiere a equipos audiovisuales e informáticos, productos cuyo consumo ha aumentado un 0,2% entre 2003 y 2005.