Como los políticos ya no saben por donde recortar, la última moda que parece haberse extendido a todas las Comunidades Autónomas es recortar en educación, o mejor dicho, más que en educación en profesores, de manera que mediante un ligero incremento de las horas lectivas de cada profesor contratado se espera no tener que contratar otros tantos.
Esta medida tiene una doble vertiente y desde esos dos puntos de vista debe de ser analizada si se quiere sacar una conclusión más o menos rigurosa, sin caer en la demagogia barata de decir que no a estos recortes por el mero hecho de tener que ver con la educación.
Por un lado, y desde el punto de vista de la Administración, es lógico pensar que en unos momentos de tantas dificultades económicas se esté intentando recortar los gastos en sueldos y salarios. Para ello se puede recortar en salario, propiamente dicho, o incrementar en jornada laboral, y lo que se está proponiendo desde diferentes gobiernos autonómicos es lo segundo, incrementar jornada laboral.
Sin embargo, desde el otro punto de vista, desde el punto de vista de los profesores, la cuestión no es tan sencilla. Más allá del incremento de jornada laboral por el mismo sueldo, algo que supongo, espero y deseo, todos los profesores podrían llegar a entender llegado el caso, el problema viene más por la pérdida neta de empleo que se producirá, ya que muchos profesores que eran contratados como apoyo o para sustituir momentos puntuales, ahora se quedarán sin trabajo.
Entonces, por un lado estaremos consiguiendo recortar déficit público, pero, por otro, estaremos agravando aún más la situación de desempleo que sigue asolando nuestro país, con lo que la medida no resultará tan efectiva como en un principio nos han querido vender.
No es un tema sencillo, evidentemente, pero sí que es cierto que los profesores tienen ciertos privilegios que deben de ser puestos en duda en estos momentos de dificultad para todos. Por ejemplo, es de difícil explicación que los profesores puedan tener dos meses de vacaciones, algo que ningún trabajador tiene, o que tan sólo tengan que cubrir 18 horas lectivas a la semana, como ocurre en más de una Comunidad Autónoma.
Como en todo en la vida, la virtud estará en el punto medio, y seguro que se acaba llegando a un acuerdo, pero los profesores deberían de entender que, al igual que el resto de trabajadores, ellos también tienen que hacer un esfuerzo para ayudar a sacar al país adelante.
En educación no se gasta SE INVIERTE. #profesoresinesperanza
Niego la mayor.
1.- No es verdad que se incrementen ni ligeramente (2h. semanales) ni de ninguna otra forma las horas lectivas.
Los contratos en educación siempre fueron de 20h. semanales.
2.- Cuando todo iba bien, se propuso rebajar a 18h. semanales, con la finalidad de poder incorporar más trabajadores que cubriesen esas horas. Además, se respetó el salario percibido, aun trabajando menos horas.
3.- Ahora las cosas no van nada bien, y se procede a la maniobra inversa, es decir, vuelven a trabajar las 20h. semanales, para reducir plantilla. Además, les ofrecen la remuneración de esas dos horas semanales que siempre existieron, nunca se volatilizaron.
Y para finalizar, niego la menor.
No es verdad que disfruten de dos meses de vacaciones.
Eso es rigurosamente falso.
Sólo hay que sumar para llegar a la conclusión de que disfrutan de casi cuatro meses. Si no lo creen, ¡sumen!.
Es indignante que se hable de privilegios de los profesores que cargan no solo con su materia sino también con muchos elementos de educación básica que por muchas razones no cubren los padres.
La mayor parte de ellos utilizan las vacaciones para ir preparando el curso, autoformarse, etc, etc.
Los profesores se ajustan a los horarios y vacaciones de los alumnos.
Es falso que los profesores trabajen 18 o 20 horas a la semana, hay que sumar tutorías, preparación de clases, autoformación, reuniones de departamento, claustros, actividades extraescolares, corrección de exámenes etc, etc
Menuda Esperanza tenemos
Los profesores
En primer lugar, evidentemente, quien no conoce el trabajo de un docente, es porque no lo es y no sabe realmente que existen reuniones de departamento, de coordinación, de ciclo, de orientación, de evaluación, claustros ordinarios y extraordinarios, guardias, tutorías, reuniones con los diferentes equipos (biblioteca, extraescolares, nuevas tecnologías…, horas obligadas de autoformación en horario NO lectivo normalitos de 30 o 60 horas, horas para preparar las clases que suele hacerse en casa, salidas y excursiones, elaboración de actas, programaciones, proyectos, unidades didácticas, memorias, evaluación… dar una clase no es precisamente llegar y decir hasta mañana, en todo caso, eso es una clase muy corta. Pobre visión.
En segundo lugar, a los que piensan que somos unos privilegiados por tener vacaciones de estudiante, lo pondría en una clase de infantil o primaria con 20 niñ@s durante un curso analizando en cada momento como va el nivel de estrés y de cansancio… el record de imitar todo lo que hace un niño de 4 años, lo tiene un papá que duró tres meses, el record de lagartijas lo tiene un niño hindú de 4 añitos, nada menos que 1500 en 40 minutos…
Solo hace falta tener la titulación y si se quiere, aprobar unas oposiciones, lo cual requiere mucho trabajo y esfuerzo, aparte de vocación y sin esperar agradecimientos… ánimo!!!