El Partido Republicano de Estados Unidos ha lanzado una campaña de acoso y derribo contra los denominados ‘lucky ducks’, personas que no pagan impuestos debido a sus bajos ingresos, pero que aún así se benefician del sistema de ayudas del Estado Federal, con el objetivo de obligarles a soportar una carga impositiva, atacando así a la política fiscal de Obama.
Según la organización de análisis fiscal Tax Policy Center durante el pasado año 2010 en Estados Unidos hubo un 47% de contribuyentes que no pagaron ni un sólo céntimo en términos de impuestos directos. Aproximadamente el 50% de esa población obtuvo unos ingresos inferiores a los 20.800 euros anuales, aunque una gran parte viven bajo el nivel de pobreza con ingresos inferiores a los 7.500 euros anuales.
También hay ciudadanos que aunque tienen unos ingresos superiores, se benefician de deducciones de diversa índole, como, por ejemplo, por su edad, o por tener personas a su cargo, con lo que aunque deberían pagar por el volumen de sus ingresos, en realidad no lo hacen.
Ahora bien, los Republicanos parece que no ponen atención a que la principal arma recaudadora de los Estados modernos no se basa en los impuestos directos, la declaración de la Renta, para que nos entendamos, sino que los impuestos indirectos tienen un mayor peso, por ejemplo el IVA.
Por tanto, decir que el 47% de los ciudadanos estadounidenses no pagan impuestos es una demagogia como otra cualquiera, ya que la única realidad es que no pagan impuesto sobre la renta, pero sí que cumplen con el resto de requisitos impositivos en forma de impuestos indirectos.
Es evidente, que el Partido Republicano intenta ganarse el apoyo de la parte de la ciudadanía más reaccionaria de Estados Unidos y quiere hacer pensar a su electorado que no están dispuestos a mantener esta supuesta injusticia.
Pero la verdadera injusticia en Estados Unidos es que una gran parte de la ciudadanía no tenga acceso a los derechos fundamentales, como la educación o la sanidad, y que el país de las oportunidades se haya convertido en realidad en el país de los clanes sociales, en el que cada uno vive acorde a las oportunidades económicas que se ha podido, o le han podido, labrar.
Bien haría el Partido Republicano de Estados Unidos en cambiar el discurso y utilizar la pedagogía para acercar el modelo estadounidense al estado del bienestar europeo que, aunque en dificultades en estos momentos, se ha demostrado como el más justo y eficaz desde el punto de vista social.