Un portal que da mucho de que hablar en los últimos tiempos, y parece ser el tema en boca de todos hoy en día. WikiLeaks, que en español significa: WikiFiltraciones o WikiFugas, es a quien se le atribuye uno de los primeros grandes logros del flamante siglo, con caudales de información confidencial filtrada en la web desde archivos ultra secretos, que hoy, son develados.
Nacida como una organización mediática internacional sin ánimo de lucro anuncia por medio de su sitio web informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia de interés público. Apareció por primera vez en diciembre de 2006, pero su actividad comenzó en julio de 2007 hasta llegar a la actualidad con un total de más de 1,2 millones de documentos.
Dentro de sus filtraciones parecen destacarse algunas maniobras de gobiernos, con énfasis en los países que tienen regímenes totalitarios. Sin embargo, no se queda ahí nomás, sino que aparecen documentos reveladores sobre religiones y empresas de todo el mundo.
La información que brinda nunca cita fuente ni tampoco menciona a la o las personas que aportan la documentación. Con esto que acabo de decir, ¿por qué habrían de temerle los gobiernos, si la información no tiene sustento real? Sin embargo, los hechos parecen demostrar lo contrario, y aunque la información de Wikileaks sea mostrada sin una base, a los gobiernos les molesta que alguien ande diciendo “rumores” que bien podrían ser ciertos, o ¿realmente lo son e intentan callarlos?
Por ejemplo, la República Popular China bloqueó los enlaces cibernéticos al sitio de WikiLeaks el miércoles 1 de diciembre de 2010 ante la posibilidad de revelaciones de cables diplomáticos estadounidenses enviados por las embajadas de Estados Unidos en Seúl y Pekín. Sin dudarlo un momento, el mismo día, Amazon deja de albergar a WikiLeaks. Acto seguido, el 2 de diciembre la empresa proveedora EveryDNS da de baja al contrato con WikiLeaks cortando su acceso el día 2 de diciembre a las 10 de la noche. A su vez, OVH debió dejar de albergar al portal de WikiLeaks a pedido de las autoridades.
Y no solo fueron los alojamientos, el 4 de diciembre, PayPal cancela la cuenta de WikiLeaks, donde ya no podrá recibir donaciones, y por último, el 6 de diciembre, Mastercard comunicó que se había unido al bloqueo.
Pero todo esto es poco, dado que el fundador de WikiLeaks quedará en prisión preventiva hasta el 14 de diciembre. De esta manera, Julian Assange, permanecerá en prisión preventiva hasta el 14 de diciembre para su posterior extradición a Suecia.
Cabe destacar que, la Justicia sueca lo reclama por supuestos delitos sexuales. ¿No parece raro? Cuando su fundador ha difundido en los últimos días el contenido de miles de documentos clasificados de EEUU que contenían información confidencial sobre mandatarios y Gobiernos de diferentes países, ahora es detenido…
A todo esto, repito: ¿cuál es el miedo a un sitio Web que lanza continuamente rumores? Vemos ya, que no serán tan rumores como se creían, sino no habría tanta revolución y movimiento para acallar estas voces.
Leemos y vemos toneladas de idioteces a diario, posiciones diferentes acerca de distintas cuestiones y cuestiones reveladoras que nos dejan sorprendidos. El miedo a WikiLeaks, a mi entender, radica en otro lado… El miedo del periodismo a perder terreno ante una prensa independiente, solitaria, de personas que tienen información mucho más valiosa que toda una corporación, y que con hacer un click pueden destruir la imagen de varias instituciones ¿preferible retroceder en el tiempo y “matar” al que no me conviene?
He leído en www.cubadebate.cu, que “los medios de información están haciendo tan mal trabajo que un pequeño grupo de activistas ha hecho más que todos ellos juntos”. Es más, ya veremos que una vez que se pueda frenar el miedo a WikiLeaks, aparecerán diarios oficiales, o bien, versiones secundarias de las primeras publicaciones que harán este tipo de trabajo.
El trabajo arriesgado, el que dio origen al periodismo, no a la simple repetición de noticias simples donde el gobierno aprueba o no su publicación. Este es el periodismo que queremos, sin miedo a decir lo que crea verdad.
Una reflexión que me surgió a penas terminé de leer varias noticias de los últimos días… ¿Cuál es la democracia que quiere imponernos Estados Unidos (y el mundo que lo sigue apañando) desde hace años? ¿La que tiene que censurar los sitios Webs que no le convengan? ¿La que arresta a sus dueños? ¿La que pide que se le bloqueen los servicios? ¿Esa democracia es la que inspira a la paz? Dejemos de ser hipócritas…