Ya estamos en plena campaña de gastos de la vuelta al cole. Para muchas familias esto es solo el comienzo ya que a medida que avanzan las edades de los hijos van entrando en juego los diferentes niveles de estudios hasta llegar a los estudios superiores o de posgrado que, por supuesto, suponen un gasto serio para la economía doméstica. Dentro de las diferentes opciones que se abren para financiar estos gastos aparece por supuesto el crédito como un elemento a tener en cuenta. A la vista de la enorme proliferación de minicréditos el usuario puede llegar a pensar que estos también pueden ser útiles en sentido; veamos si pueden o no pueden aportar utilidad.
Estos créditos han venido de algún modo a sustituir al concepto de crédito rápido que tanto abundaba antes de la crisis. Es cierto que se trata de un producto diferente, que aporta unas características distintas y en general que con un producto poco tiene que ver con aquellos créditos (que tanto se relacionan con las altas tasas de morosidad).
¿Si o no al minicrédito para financiar estudios?
Aunque con algún matiz que veremos a continuación, lo cierto es que la respuesta es no. Las propias características que poseen estos productos no los hacen compatibles con una financiación que a veces requiere de mucha flexibilidad. No tenemos que olvidar que la media de mini créditos que se ofrecen en nuestro país propone una financiación rara vez superior a los 500€ para plazos de amortización que como mucho van hasta los 60 días, es decir, cantidades bajas en plazos cortos, algo que generalmente no es lo que quien desea financiar unos estudios necesita.
Decíamos que existe algún matiz, y es cierto. Este tipo de créditos funcionan realmente bien para necesidades a plazo corto, ya que, a menor plazo de tiempo las comisiones que se cargan sobre lo dispuesto (no se aplican intereses sino comisiones en función del importe y el periodo de amortización) pueden incluso llegar a ser más bajas en comparación a los costes e intereses de un préstamo en las mismas condiciones, esto significa por ejemplo, que para comprar determinados materiales escolares o destinados al estudio, cuando sólo queremos aplazar entre una semana y 15 días dicho gasto (algo también habitual) si pueden resultar un instrumento útil.
En cualquier caso, cuando hablamos de financiación completa de los estudios, si se desea recurrir a crédito lo más sensato sigue siendo acercarse a la banca y estudiar las diferentes ofertas. Debemos tener en cuenta que no sólo podemos recurrir a productos como los créditos personales o pre concedidos, existe una extensa oferta de créditos para estudios que podemos comparar hasta encontrar el que más se recurre a nuestra necesidad real.
Los créditos para estudios
En los últimos años se ha reducido la oferta de productos de financiación específicos para estudios universitarios y complementarios, pero aun así estamos ante una oferta amplia en la que realmente todas las principales entidades financieras de nuestro país poseen en alguno de estos préstamos.
Se puede incluso hablar ya de una mejora sustancial en comparación a productos como los préstamos personales, que lleva a ofertas como la de intereses compuestos de Euríbor + 3.5% en la Línea de Financiación BEI del Banco Santander.
Estos préstamos brindan la posibilidad de financiar tanto la matrícula como los gastos derivados, que en el caso de estudios en el extranjero pueden cubrir incluso alojamiento, viajes, etc.
Los plazos de amortización pueden alcanzar entre los dos y ocho años y las cantidades a financiar son variables pudiendo llegar en algunos casos (de estudios completos) hasta los €40,000.
Las ventajas de los préstamos para estudios
- Se trata de un producto diseñado específicamente para financiar los estudios y por tanto cubre aspectos muy concretos y necesarios en este sentido.
- Ofrece unos intereses por lo bajo de la media de los préstamos personales
- Generalmente posee períodos de carencia muy interesantes
Los inconvenientes de los préstamos para estudios
- Son préstamos y como tal sigue siendo complejo el acceso a este modelo de financiación
- No todas las ofertas poseen plazos de amortización amplios
- A pesar de que cubren un espectro importante de posibilidades no son muy flexibles
Algunos de los actuales créditos y préstamos para estudios del mercado
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Lo que deberían hacer las universidades es facilitar medios y flexibilizar plazos de pago sin intereses, sí, porque la educación por sí ya es un bien, un interés social. Sin intermediarios, sin bancos que te fríen a intereses y esto sobre todo en la universidad pública debería ser un derecho, una actividad normalizada. Ahora toca pagar, si se permitiese el pago mensual, sería mucho más llevadero.
Antes mis impuestos servían para pagar los estudios de mis compatriotas.
Ahora mis impuestos, cada vez más altos, sirven para ………. no se para qué, porque mis compatriotas para poder estudiar tienen que pedir un CRÉDITO SUPERUSURA al SANTANDER, el PICUDO ROJO de la UNIVERSIDAD PÚBLICA.
Bienvenidos a EUROPA, bienvenidos al NEGOCIO DE LA EDUCACIÓN.