La Encuesta de Población Activa (EPA), que está considerada como la mejor radiografía del mercado laboral español, nos dejó ayer unos datos escalofriantes relativos al primer trimestre. Durante dicho periodo se destruyeron 256.500 empleos, lo que eleva las cifras oficiales del paro a 4.910.200 personas y a una tasa de paro del 21,29%. Nuevo récord histórico.
Las cifras son verdaderamente alarmantes y dramáticas, y no son producto de la casualidad sino de una situación que se ha ido gestando durante muchos años. Desde finales de 2007 se han destruido 2.358.900 empleos, hasta llegar a la actual tasa de desempleo (21,29%) que triplica a la tasa de Alemania (7,1%).
Respecto al paro juvenil, éste continúa batiendo récords al alcanzar el dramático y vergonzoso (a alguien debería caérsele la cara de vergüenza, alguien debería dimitir, pero, tranquilos, no ocurrirá nada) nivel del 45,39%.
La sangría del desempleo roza el 30% en Andalucía, donde en cuatro de sus provincias (Málaga, Cádiz, Huelva y Almería) se supera esa tasa. Además, hay 2.109.300 desempleados que llevan en esta situación más de un año, y existen 1.386.000 hogares con todos sus miembros en paro.
Imaginen que España es una empresa y que los datos presentados ayer por la EPA son los resultados de dicha empresa. Probablemente la empresa ya habría tenido que cerrar por ineficaz e incapaz de hacer frente a la competencia de su entorno, pero desde luego sus directivos y gestores ya estarían haciendo frente a estas alturas a sus responsabilidades, por lo civil o por lo criminal.
Y es que este despropósito no queda aquí. Esta semana también hemos conocido el dato del endeudamiento de las familias españolas relativo a 2010 y que ha sido publicado por el Banco de España. Pues bien, este endeudamiento se eleva a casi un billón de euros (958.000 millones de euros). Una burrada que equivale al 95% del P.I.B. español. Pero además, según las estimaciones del Banco de España, la renta real de las familias españolas volverá a caer este año.
Para echarse a temblar!!!