Uno de los pasos dados ha sido el nuevo sistema de supervisión financiera europea aunque todavía resta que se le de luz verde del conjunto de la UE, tras que la zona euro logró la recapitalización directa de los bancos españoles para poder sustentar esto debe lograrse centralizar el sistema de supervisión financiera europea precisa del acuerdo de los 10 países que estando en la Unión Europea utilizan el euro y como suele pasar en cuanto se eleva la palabra unión en estos últimos años salta en el camino del euro para ponerle palos en la rueda en especial Reino Unido, acompañado en este caso Polonia y República checa.
Al lograrse la deseada recapitalización directa favorecerá a España en cuanto a la contabilidad nacional que la redirigirá al fondo de rescate en lo relacionado con la inyección por 100.000 millones de euros que saldrá de la zona euro.
Entre las negativas de algunos los intereses de otros y la tramitación que debe llevarse adelante no será precisamente en lo inmediato como puede pensarse al mencionar que hay acuerdo. Entre los pasos a los que se apunta está el de fijar el mecanismo de supervisión financiera europeo que por lo menos carezca de fragilidad ante la mínima dificultad.
En la reciente Declaración, yendo al artículo 127 del Tratado de Lisboa, le da potestad al Banco Central Europeo (BCE)le permite supervisar vía Reglamento saltando al Parlamento Europeo. Pero el palo en la rueda vendría de la necesidad del visto bueno de los 27 de la UE y no de los 17 de la zona euro como se creía y la conformidad no está garantizada y como cada familia es mundo y tiene sus conflictos la UE y la zona euro también tienes sus conflictos.
Dos de los países que en verdad están sentados lejos de las primeras filas como Polonia y República checa solo por que deben votar pueden ser un impedimento junto a otros países que no están a favor de que se de la integración del sistema de supervisión financiera europeo, la explicación se da en que los gobiernos de estos dos creen que podrían verse sin el control de sus sectores financieros, aunque solo tienen el 10% nacional el restante 90% lo manejan entidades europeas por lo que la integración no les cae en gracia.
Como no podía ser de otra manera el colonialista Reino Unido siempre pone la parte negativa y el mayor palo en la rueda esta vez por un lado su primer ministro David Cameron pisa ambas veredas por un lado está a favor y por el otro puede llegar a poner los peros.
También hay intereses detrás como el de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) que perdería poder, terreno y decisión en favor del Banco Central Europeo (BCE).
Una vez que el pensamiento sea único y las voces una sola y gobierne la unidad se elaborará el Reglamento para ser aprobado por la Comisión Europea. Los tiempos son difusos y la urgencia inmediata por lo que en medio se debe decidir sobre el fondo de rescate permanente (MEDE) o el fondo de Mecanismo europeo de estabilidad, claro que también se requiere de unidad entre los socios que debe llegar al 90% de su capital para dar luz verde al Tratado encargado de regularlo y se verá si la financiación del MEDE será por tramos como los planes de recate que hasta ahora en 2012 será de dos tramos por 32.000 millones de euros quedando 2 años más para el desembolso.
Resta reformar el MEDE, para darle paso a la recapitalización directa, se deberá recurrir al artículo 19 del Tratado, tras lo que se dotaría al fondo para darle la posibilidad de intervención y acá otra vez se debería recurrir a la escasa unidad entre los 17 socios del euro, y no será fácil si pasa lo de Alemania que precisa de sus parlamentarios.
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