Uno de los principales errores que se cometen en relación a la jubilación es comenzar muy tarde con el ahorro destinado a buscar ingresos complementarios a las pensiones. En nuestro país la media de edad a la que se contratan los productos financieros orientados a la jubilación es muy elevada en comparación a otros países europeos. En definitiva se puede afirmar que existe una mala planificación de la jubilación.
¿Significa lo anterior que independientemente de de la edad la persona tiene que salir corriendo a contratar un plan de pensiones? no necesariamente, pero sí significa que el horizonte de la jubilación por muy lejano que aparezca debe ser considerado siempre un objetivo para el ahorro y la inversión.
¿Planes o no?
Si hablamos con un defensor acérrimo de los planes de pensiones este nos dirá que cuanto antes contratemos uno mayor beneficio a futuro obtendremos del producto.
La afirmación tiene sentido, teniendo en cuenta las posibilidades de traspasos entre planes, lo que agiliza un ejemplo el cambio del modelo de inversión de renta variable a renta mixta, u otros y sumando las ventajas fiscales que el producto aporta, es cierto que mantener a lo largo del tiempo un plan de pensiones no es necesariamente una mala idea, y mantenerlo como producto de acompañamiento de otras acciones orientadas al ahorro a futuro de hecho puede ser una muy buena idea.
Sin embargo si concebimos el ahorro para la jubilación exclusivamente a través de los planes debemos tener en cuenta que se trata de productos con muy escasa liquidez, que en todo caso permiten rescates puntuales y parciales, y que no se adaptan a un tipo de vida en el cual puedan suceder vaivenes en las economías domésticas.
¿En la combinación está el acierto?
Ni siquiera aún los grandes expertos en análisis de productos financieros se ponen de acuerdo en cuál es la mejor combinación de productos y acciones de ahorro para la jubilación, algo que tiene que ver mucho con las grandes posibilidades a las que podemos acceder.
Si podemos afirmar que un modelo de ahorro que combine gradualmente inversiones con cierto riesgo en busca de mayor rentabilidad con ahorro de menor rentabilidad pero carácter garantizado, es una buena idea.
La graduación y el balance de estas opciones si puede ser determinante en relación a la edad. Generalmente cuanto más cerca nos encontramos de la jubilación, por lógica, resultará poco adecuado arriesgar nuestros ahorros consolidados en productos de inversiones de riesgo por muy goloso que el mercado aparezca, esto es algo que podemos realizar con la jubilación a lo lejos y capacidad de maniobra en el tiempo para recuperar nuestras inversiones.
¿Cuánto debería ganar tu plan de pensiones para que no perdieses dinero?
Sacando lo mejor de cada producto
Aprovechar las mejores cualidades de cada producto es la política más inteligente que podemos llevar a cabo de cara a los ingresos complementarios a la jubilación.
Es interesante concebir dicho ahorro como una acción conjunta compuesta de diferentes acciones y decisiones parciales. Dividir la dirección de nuestro capital en función de ese balance entre riesgo-rentabilidad garantía-menos rentabilidad, es la gran acción conjunta, elegir los productos que en cada momento componen ese balance son las decisiones parciales.
Si hablamos por ejemplo del final del pasado año 2013 y lo que llevamos de 2014 parece obvio que una buena combinación podría ser la unión entre planes de pensiones y fondos de inversión.