El pesimismo se ha apoderado de las caras de los españoles, que han contraído sus gastos hasta más no poder. Sin embargo esta es la primera medida que los consumidores adoptan frente a una crisis, la restricción de sus costes.
Lo interesante es que en muchas ocasiones es un signo del miedo, más que de la racionalidad. Hoy, todos los sectores han bajado sus ventas, el paro se ha incrementado, y el acceso a la financiación es cada vez menor.
Las industrias «cortan» empleados, los comercios no consiguen vender, el mal humor aflora de nuestros poros. Pero a pesar de ello, España tiene un potencial que ha explotado durante la última década y que debe aprovechar, el turismo nacional e internacional.
Pero, si no tenemos dinero para vivir, ¿vamos a gastarlo en viajes? Para ello existe una doble lectura. Por un lado las autoridades deberán ingeniárselas para seducir a los extranjeros a que gasten sus euros en los diferentes centros turísticos, y por otro, explotar al máximo las posibilidades para que los españoles, se olviden de la crisis y viajen por el país.
Reducir los precios, promocionar turismo de bajo coste, incentivar en los fines de semanas festivos, etc. El motor del turismo debe ponerse a funcionar, sin pensar en el caso de los empresarios en el beneficio personal, sino en el conjunto.
Si no se realiza, las consecuencias se verán en la temporada de invierno, que está pronta a llegar, y ni hablar del verano que viene, donde se puede llegar a producir uno de los peores registros de las últimas décadas.
Para pintar esta situación actual, los turistas españoles han elevado un 13% sus viajes durante los siete primeros meses del año en comparación con el mismo período de 2007, totalizando 96,9 millones de viajes.
Los datos ofrecidos por la Encuesta de Movimientos Turísticos de los Españoles (Familitur), sostiene que el turismo en destinos dentro del territorio nacional, creció un 13,8%, mientras que los viajes al extranjero se ubicaron en un 1,3%.
Las comunidades autónomas elegidas donde se evidenció un crecimiento, fueron en primer lugar, Andalucía con 17 millones de viajes, luego Cataluña, con casi 13,8 millones y la Comunidad Valenciana con 9,7 millones. Quién ha descendido fue Castilla y león, donde llegaron 8,8 millones de viajes.
En el primer semestre, se registraron un total de 79,5 millones de viajes, y el favorito ha sido Madrid, que recibió unos 17,8 millones (+17,8%), seguida de Cataluña (+16,1%) con 12,8 millones de viajes y en tercer lugar la Comunidad Valenciana (+10,5%).
Un buen descanso es salud, y la salud, no tiene precio…