El copago en el seguro de salud es una modalidad que permite abaratar las pólizas a cambio de abonar ciertas cantidades cuando se utilizan los servicios incluidos en las coberturas. Existen diferentes tipos de copago, tanto por el importe como por su aplicación.
Para explicar de manera sencilla un copago podríamos decir que es una cantidad de dinero que se abona para cubrir gastos médicos del seguro.
Cómo funciona un copago en el seguro de salud
El funcionamiento de los copagos en seguros de salud es muy sencillo de entender: se establece una cantidad de dinero a modo de franquicia. Esta cantidad de dinero se debe abonar tras recibir el servicio de salud solicitado. A partir de esa cantidad los costes serán asumidos por la aseguradora.
Por ejemplo, supongamos que el copago por un medicamento es de 25 $. El coste del medicamento es de 50 $. El asegurado debe abonar los primeros 25 $ y la aseguradora se hace cargo de los 25 $ restantes.
Es importante tener en cuenta que no todos los servicios y coberturas aplican el mismo copago. Siguiendo con el ejemplo del medicamento, sin medicamentos genéricos puede tener una cantidad como copago, y si es un medicamento de marca otra superior.
También, del mismo modo, los servicios de salud tienen un copago diferente. Un seguro de salud puede cobrar cantidades diferentes en función de la especialidad.
Otro formato que también adopta el copago es combinar cantidades fijas con porcentajes. Por ejemplo, la atención de un profesional de la salud puede requerir un copago de 100 $ más un porcentaje del coste total. Mientras que la aseguradora cubrirá el resto.
¿Merecen la pena los copagos en los seguros?
Se trata de un debate interesante y que no tiene una respuesta fácil. Los copagos abaratan el coste final de la póliza.
Es decir, una póliza de seguro de salud sin copago será más cara que una con copago con las mismas coberturas. Sin embargo, la diferencia es que en la primera no debemos abonar cantidades extras y generalmente el seguro cubrirá todos los gastos de la cobertura.
La duda sobre si merece la pena o no este tipo de fórmula para la protección de la salud tiene que ver con el perfil de protección que necesites.
Para una persona con poca previsión de uso medio de las coberturas del seguro merece la pena acudir al copago. El coste de la póliza será inferior, y a la hora de utilizar servicios de salud, se podrá controlar más el gasto.
Para familias o personas con cierta previsión de uso de servicios de salud tal vez no merezca la pena el copago. Hay que pensar que estos costes se van acumulando a lo largo del año y se aplican cada vez que se utilice el servicio.
En definitiva, se trata de una fórmula interesante, que debemos tener presente dentro de nuestro seguro de salud, pero que tal vez no sea adecuada para todos los perfiles. Como de costumbre hay que estudiar la propuesta a fondo y analizar los pros y contras para nuestro bolsillo y nuestra protección de salud.