Parece que estamos dejando atrás esos años complicados en los que la economía avanzaba muy lentamente, o llegaba a retroceder. Los indicadores arrojan valores positivos, y se generan cada vez más nuevos puestos de trabajo que ayudan a ofrecer sustento a miles de familias.
Sin embargo, algunos pequeños empresarios y familias no logran hacer frente a demandas puntuales de liquidez que les exigen su día a día. Con la burbuja financiera, la concesión de créditos empezó a cambiar sus criterios. Este fue el caldo de cultivo para la aparición de alternativas al préstamo tradicional.
Préstamos sin papeleos
Ha sido la estrategia más exitosa en este tipo de empresas de crédito rápido. Para muchos la rigidez de la banca tradicional a la hora de garantizar créditos ha sido un problema, por pequeño que fuera el importe de los mismos. Con las webs y teléfonos de contacto de préstamos rápidos, esto sufrió un gran cambio.
Basta con una búsqueda de préstamos sin documentación en PrestamosRapidosWeb para que aparezcan numerosos resultados de créditos sin documentos. Frente a tu banquero de toda la vida, esta opción te ofrece tus deseados préstamos online sin papeleos.
Porque uno no puede estar siempre pendiente del dinero, aunque sea una preocupación fundamental. Otras veces tenemos que hacer frente a gastos imprevistos, o gastos cuyo importe excede lo que habíamos planeado.
Y esto se aplica tanto a empresarios como a familias. Si los libros del colegio esta vez son demasiado caros o te has olvidado del regalo de aniversario, tus necesidades de liquidez pueden ser tan grandes como las de un pequeño empresario. Todo depende de la perspectiva.
Otro caso: microcréditos online
Puede ser que la falta de liquidez se tan momentánea y referida a una cantidad tan pequeña que prefieras utilizar el recurso de los microcreditos. Estos microcreditos online te facilitan, como su propio nombre indica, pequeñas cantidades de dinero de forma puntual que sirvan para esos desembolsos tan urgentes.
En general, la opción que elijas va a depender de tus preferencias. Pero también tienes que tener en cuenta que la obtención de todo crédito requiere una previsión para poder hacer frente a los pagos de la deuda contraída.
Aunque no debes asustarte, porque muchas de las empresas que florecieron durante la crisis económica y aún hoy tienen facilidades de pago que muchos bancos sólidos y tradicionales no ofrecen.
Es importante que se valore el máximo número de variables posibles antes de optar por una u otra disyuntiva. Pero también conviene considerar el asunto como cosa de una vez, e invertir en crecimiento, inversión y educación financiera.
Caso real: los jóvenes
De hecho, la falta de educación financiera hace que muchos jóvenes contraigan las primeras deudas incluso antes de tener un empleo estable con un salario más o menos previsible. Vivimos en la época de la inmediatez, así que muchos anteponen sus deseos más primarios a la planificación sobre el futuro.
El saber popular, que tiene gran parte de razón, destaca que antes de gastar se debe tener qué gastar. Sin embargo, ciertas deudas en algún momento pueden servir para impulsar en el momento preciso un proyecto que necesitas que salga a la luz.
Para poder distinguir entre qué tipo de deudas merecen una solución de liquidez rápida y qué tipo de caprichos no las merecen, puede ser útil que comiences a hacer un análisis de todas tus decisiones financieras. Una lista de pros y contras, aunque es un método un poco amateur, puede servirte.
Si el disfrute que vas a obtener de ese bien que quieres comprar no va a darte una rentabilidad futura, ni siquiera en términos de ocio, quizá sea mejor que reprimas ese impulso de comprar y, sobre todo, de pedir un préstamo.
Quizá eso que deseas conseguir tenga que esperar un poco más de lo que te gustaría, pero aprender a ahorrar es esencialmente aprender a decir no, y priorizar. Pero nuestros impulsos pueden tener más poder, lo que nos llevará a sacrificar posibles gastos futuros.
Caso real: los emprendedores
Ahora bien, ¿qué es lo que pasa cuando, como hemos mencionado arriba, el desembolso permite impulsar un proyecto con visos de dar una alta rentabilidad futura? Pues lo que pasa es que hay que ser doblemente cuidadoso.
El emprendedor, especialmente si es novel, suele cometer un error grave a la hora de realizar sus predicciones. Mientras muchos luchan contra el síndrome del impostor, otros tienden a vender humo y sobreestimar los resultados de sus acciones empresariales.
Es difícil, pero para poder valorar adecuadamente las proyecciones de tu plan debes primero entrenarte en ser realista. Establecer objetivos alcanzables y llevar un diario de progresos es una estrategia de productividad que fácilmente puedes importar a la hora de analizar tu proyecto si eres un emprendedor novato.
Pero lo paradójico es que no hay mejor forma de aprender que haciendo. Si no te queda más remedio, si la búsqueda de inversores no da los frutos esperados, tienes dos opciones. Continuarla, o aprovechar las opciones de los préstamos y créditos que te hemos venido diciendo.
En cualquier caso, la decisión y la responsabilidad recaen sobre ti, y nadie más. Si no consigues inversores quizá sea mejor reconsiderar las características del proyecto, o perfilar mejor el tipo de inversor que buscas. Pero, si no te queda más remedio, quizá sea momento de lanzarse al vacío.
Haz realidad tus sueños
Cada vez más merchandising reparte por doquier mensajes positivos de realización personal y profesional que se suelen llamar inspiradores. Y a nadie le gusta nada más que realizar sus metas y sueños, pero no todo es de color rosa.
Decíamos al principio que la situación económica es cada vez mejor comparativamente. Que empieza a haber nuevos puestos de trabajo, pero el mercado laboral está cambiando, y tú también debes cambiar si no quieres quedarte atrás.
Valora, decide, encuentra una idea, téstala y empápate de ella. Trabaja duro, analiza errores continuamente y procura hacerlo mejor. Y tras muchos fallos, continúa. Es la única opción. Y aprovecha los microcréditos para lograrlo.