Esta pregunta que parece más un juego de palabras que otra cosa, sirve para ejemplificar el momento de incertidumbre económica que vive el mundo de las finanzas y los mercados mundiales.
La tendencia en el mes de marzo fue correrse hacia los metales, como medida lógica de resguardo frente a las turbulencias financieras, los temores de inflación y los presagios de mayores rebajas por medio de la Reserva Federal estadounidense.
Sin embargo, hoy la situación parece revertirse y el oro, la gran revelación del invierno se está revirtiendo y sus ventas se encuentran en franca caída, vemos que su precio registra valores que ya habíamos olvidado en los últimos años.
Los números presentados demuestran que en el primer trimestre de 2008, la demanda de oro ha descendido un 16%, a unas 701 toneladas.
De esta manera se han registrado los números más bajos de los últimos cinco años, y tiene su fundamento, el lingote del preciado metal ha batido el record cuando el 17 de marzo llegó a los 1030,80 dólares la onza.
Para medir a gran escala esta caída, India uno de los principales compradores para joyería e inversión ha desistido en un 50%. Sin embargo, en China y Rusia la tendencia es opuesta con subas en el primer trimestre en un 15% y un 9%, respectivamente.
Los índices interanuales de demanda de joyería mundial han caído a un ritmo considerables, hasta el 21% interanual (445,a toneladas), una cifra que no se percibía desde principios de la década de 1990.
Por su parte, la demanda de inversión minorista neta, se comprimió un 35% (72,7 toneladas).Por estos días, el panorama muestra cotizaciones que superan levemente los 906 dólares, con tendencia a mantenerse en esos niveles.