Finalmente el actual Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, decidido a llevar a cabo fuertes reformas respecto a la regulación en el sistema financiero de Wall Street, logró la semana pasada su aprobación.
Como sabemos, dichas reformas, son tendientes a profundizar la supervisión a la industria financiera y de esta forma evitar las diversas prácticas que provocaron la crisis financiera desde 2007 a 2009, y que aún se puede decir que perdura.
Esta semana será clave para conocer más detalles sobre su reglamentación, y ya empezaron a conocerse voces que ponen en duda la afirmación que se hace desde el gobierno norteamericano, acerca de que esta ley asegura que las arcas públicas no volverán a hacerse cargo de las cuentas de los bancos.
Una de las voces que más ha sonado el fin de semana ha sido la de Robert Reich, ex secretario de Trabajo durante la presidencia de Bill Clinton que afirmó que la norma no impone un límite sobre el tamaño de los bancos, no resucita la ley Glass-Steagall, que alguna vez separaba la banca (normal) comercial de la banca (de casino) de inversiones. En corto, no hace nada para cambiar la estructura básica (de los bancos). Y por esa razón otorga una póliza de seguro federal contra el fracaso a los bancos más pequeños –agregando así a su poder económico y político en el futuro.
También el premio Nobel Paul Krugman ha manifestado sus dudas sobre la reforma.
Muchos analistas aseguran que los banqueros han logrado sacar del texto original las peores amenazas para sus negocios y que lo aprobado no representaría grandes cambios para ellos.
Esta ley ha sido desarrollada por el Gobierno de Barack Obama y los legisladores, además la norma creará una oficina para dar protección financiera a los consumidores además de poner límites en cuanto a la toma de riesgos de los bancos.
Por otro lado, los reguladores contarán con más poder para reducir a importantes firmas financieras, que sufran problemas poniendo en peligro al sistema.
Esperemos que la promulgación de la norma esta semana, traiga más claridad sobre lo que realmente significará esta reforma.
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