El sector de la moda, a diferencia de lo que se puede pensar, ha sido y es uno de los más afectados por la crisis en todo el mundo. Las pasarelas de moda han dado un paso atrás y muchas de ellas han tenido que ser canceladas. Pero, ¿cuáles han sido sus repercusiones más inmediatas?
En el mercado británico y estadounidense los resultados han sido bastante negativos. WGSN ha realizado un estudio referente a este sector, cuya primera conclusión ha sido que los diseñadores en ambos territorios se encuentran, en la actualidad, centrados en potenciar sus puntos fuertes para sobrevivir a la recesion actual. Las compañías británicas dirigen sus pasos hacia la creatividad y la innovación, mientras que sus homólogos norteamericanos están potenciando su experiencia comercial, centrándose en ceñirse a sus márgenes y reducir costes.
Otra repercusión es que las principales cadenas de retail británicas se mueven con una velocidad notablemente mayor a las norteamericanas: el plazo medio de entrega de la industria de moda británica se sitúa en 28 semanas, en comparación con las 39 semanas del estadounidense. A su vez, las firmas británicas de moda rápida planean su producto con una antelación de 33 semanas, frente a las norteamericanas que lo hacen en 42.
Otro punto a destacar es la desaparición de las tradicionales temporadas, algo que sitúa a los retailers de moda rápida en una posición más fuerte y las cadenas asiáticas y europeas apuntaran cada vez mas al mercado americano.
La moda continúa siendo una industria de importación, predominantemente de China, aunque los crecientes costes de la mano de obra y el favorecer a los diseñadores de cosecha propia significa que las industrias del Reino Unido y de Estados Unidos se está moviendo cada vez más a otros países asiáticos; en especial India y Vietnam. Este punto afecta directamente también al mercado español, en el que muchas pequeñas y medianas empresas textiles han tenido que cerrar, debido a esta invasión de los países asiáticos.
Las predicciones siguen siendo negativas. Pues, según el estudio, el empleo en el retail continuará cayendo. Los centros comerciales estadounidenses y los mini centros comerciales están cada vez bajo más presión con los nieveles de desocupacion mas elevados desde 2001 y 1994, respectivamente.
¿Qué repercusión tendrá todo esto en el mercado español?