La desigualdad en el mundo se hace visible pese a todas las medidas que el Fondo Monetario Internacional (FMI) propone.
Esta vez se refleja a partir de la concentración de divisas que se está produciendo en las principales economías emergentes. Además de la siempre conocida acumulación del Japón, se están sumando economías como Brasil, India o Rusia.
No obstante, estas son nada al lado de China, que está marcando la pauta en los últimos trimestres. El banco central de la República Popular cuenta con reservas por valor de 2,5 billones de dólares, que alcanza el 31% del total mundial. Esta cifra data de un aumento del 15,1% interanual.
Pero el Gobierno de Pekín está entrando también en compras masivas de deuda pública europea, entre ellas, títulos soberanos españoles. Los inversores chinos y el resto de asiáticos cuentan ya con el 8,6% de los títulos españoles (unos 40.000 millones de euros).
El FMI acaba de elevar el crecimiento mundial previsto para este año, del 4,2% al 4,6%, pero también los riesgos dada las mayores posibilidades de deterioro de las condiciones financieras internacionales.
Asimismo, China sigue creciendo a pasos agigantados, con acerías que produjeron 269 millones de toneladas en los cinco primeros meses, por ejemplo. En consecuencia, Pekín asegura que no aprobará ninguna nueva construcción en este sector hasta fines de 2011.
Con lo mencionado anteriormente China, Japón y Rusia acumulan la mitad de las reservas en dinero mundiales, sumando un total de 8,1 billones de dólares estadounidenses.