Cuando se vive una crisis como la actual y los planes de ajuste se dan sobre la sociedad en su conjunto uno espera que los que sigan sus pasos sea por una medida o por causa común sea la clase política, pero lamentablemente en el caso de los salarios de los eurodiputados no se cumple con ello.
Los eurodiputados están muy lejos de la clase trabajadora común en muchos aspectos en salarios y en sentido común, sobre todo si uno se entera que hicieron a un lado las enmiendas de los grupos de la izquierda para congelar los salarios y a la vez reducir sus vuelos en primera clase, algo que con crisis de por medio no quieren renunciar.
Dichas enmiendas, tenían como objetivo el ahorro, siendo presentadas a propuesta dentro del presupuesto general del Parlamento Europeo (PE) para 2012. Año en el que el PE accederá a un mayor presupuesto por 1.725 millones de euros, elevándolo en un 2,3% frente al actual.
Los eurodiputados no han querido contribuir al ahorro y rechazaron congelarse su sueldo. Las enmiendas que trataban sobre este aspectos eran, 4, 13, 14 y 15 estipulaban diferentes medidas para el proyecto de presupuesto y pretendían que no se diera un aumento para 2012 de las asignaciones sobre los sueldos y dietas y que se diera con ello una imagen de unidad ante las actuales congelaciones y reducciones de salarios y pensiones de los ciudadanos.
Mientras que otra polémica ya que fe rechazada era la enmienda 4, que estipulaba reducir costes en viajes al limitar vuelos en primera clase y cuya duración fueran por debajo de las 4 horas otra propuesta rechazada ampliamente por los eurodiputados.
A la vez el Parlamento Europeo ha incrementado y se elevaría más aún ya que se deben incluir nuevos 18 eurodiputados en el Tratado de Lisboa junto a los costes ligados a ampliaciones.