Varios analistas de Credit Suisse han revelado en un informe que, en el periodo que va de 1900 a 2009, el mercado bursátil que mejor se ha comportado con los inversores ha sido el australiano. Lejos de los beneficios que ofrecieron el de Estados Unidos o los europeos.
Dentro de los secretos sureños, se encuentran los altos rendimientos y la baja volatilidad. En cuando al rendimiento medio anual ofrecido por la bolsa australiana se sitúa en el 7,5%, con una desviación del 18,2%.
Es uno de los más altos retornos de entre los 19 mercados revisados en el estudio, y además, la volatilidad es la segunda más baja. Si vemos al país con mayor volumen de negociaciones, Estados Unidos, marcó una rentabilidad media del 6,2%, mientras que la desviación típica se eleva al 20,4%.
Asimismo, durante la década perdida (2000 al 2009), años de crisis económica y financiera mundial y cuando la renta variable cayó estrepitosamente, la bolsa australiana logró rentabilidades anuales del 5,5%.
Cabe mencionar que, dentro del estudio denominado Marketwatch, los principales mercados presentaron la característica de ser ricos en materias primas y pertenecen al Nuevo Mundo.
Asia ha sido el mayor receptor de hierro, cobre, uranio, zinc, niquel y oro, además Australia es un productor de petróleo y gas natural. Sin embargo, en los últimos tiempos ha incrementados sus importaciones de crudo y cereales.
Por ejemplo, China se ha convertido en el principal interlocutor comercial de Australia. De esta manera, la riqueza del país logró aumentarse y generar la estabilidad económica, lo que se ha trasladado a su mercado.
Además, sus bancos han capeado el temporal de la subprime y el paro se mantiene a tasas cercanas al 5%.
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