Las subastas de Hacienda suelen pasar desaparcibidas más allá de los que participan, pero para ver alguno de los números que deja las subastas de Hacienda, es la última en la que logró recaudar 300.000 euros gracias a la subasta de diamantes y esmeraldas, logrando incluso dicha adjudicación superar el precio de salida, de 200.000 euros.
Subasta de diamantes y esmeraldas:
Hacienda colocó el lote más caro en 32.000 euros, prueba de que Hacienda no solo recauda por impuestos. Así la Delegación Especial de la Agencia Tributaria en Madrid llevó adelante la subasta de unas 242 esmeraldas, y de 264 diamantes y 187 quilates de polvo de diamante.
Sin dudas que logró ser exitosa ya que pudo hacerse con 100.000 euros más por el conjunto de lotes cuyo valor de salida era de tasación 200.000 euros, podía esperarse más igualmente logró recaudar los 300.000 euros por esmeraldas, y diamantes.
La organización de la subasta de los lotes fue de Yanes Bros, logrando venderlosa todos superando el valor de tasación. Solamente un lote que fue adquirido por compradores privados por igual precio inicial. Una de las fuertes subastas se dio por unas esmeraldas cuyo precio final triplicó el valor de tasación quedando en 32.000 euros.
El conjunto de joyas que fueron subastadas eran de dos actuaciones del servicio de viajeros de la Aduana de Barajas, incautadas gracias a la información de Suiza de un pasajero que llegaba a Epaña con piedras preciosas, detenido en Madrid. La parte procedia del año 1993, incautada por blanqueo con piedras preciosas y esmeraldas.
Hacienda se mete en la subasta de joyas:
Alguién podía pensar que este tipo de subastas es habitual para Hacienda, pero no ya que fue la primera vez que Hacienda decide organizar este tipo de subasta de joyas preciosas, ya que de por si las subastas corren por cuenta de las casas especializadas. Hacienda históricamente participa de los vehículos o inmuebles embargados por diferentes motivos por la Agencia Tributaria cada semana, mes o año.
Esta atractiva subasta era de carácter público y no privada por lo que cualquiera podía participar, si bien un alto porcentaje más que nada se trató de profesionales del sector de la joyeria y también inversores privados.