La Televisión Digital Terrestre (TDT) crece cada día más desde que el 30 de noviembre de 2005 las cadenas que funcionaban en forma analógica decidieran re-lanzar este sistema, en paralelo con la TV común y creando nuevas emisiones y nuevas cadenas que transmitían en exclusivo.
Y hablamos de relanzamiento porque en el año 2000 había aparecido en escena QUIERO TV, una plataforma de pago que, como todo negocio que no alcanza su rentabilidad, dejó de funcionar, a mediados de 2002. Dicen que el primero pega dos veces, pero a veces las leyes del marketing no se cumplen.
La TDT otorga mejor imagen y definición y una mayor oferta de programación y funciones de los equipos que permiten la interactividad y muchas prestaciones más, como el sonido multicanal, el teletexto, las múltiples señales de radio por esta vía, imagen panorámica y Guía Electrónica de Programas, entre otras.
Para quienes no poseen un televisor de última generación pero poseen un ordenador o una portátil adecuada, existen las tarjetas TDT para poder disfrutar de este servicio.
Con más de 15 tipos diferentes de tarjetas, el usuario puede escoger las que más le guste, le convenga o le recomienden, adquiriéndolas desde precios que comienzan en €22,90 y van de acuerdo a su necesidad. Éstas, como sucede con casi todos los productos hoy, pueden ser adquiridas en locales de tecnología o mediante Internet.
Literalmente, los días están contados en toda España para la TV tradicional, ya que abril de 2010 (dos años antes que lo impuesto por la Comisión Europea) es la fecha prevista para el “apagón analógico”. Hay sitios como Fonsagrada, en la provincia de Lugo, donde ya se produjo el “apagón”. Y en la provincia de Soria, por ejemplo, hace poco más de un año, fue desconectada de la distribución de la señal analógica.
