La intromisión en nuestra vida de la Televisión Digital Terrestre (TDT) es un ícono de los avances en tecnología de este nuevo milenio, en donde conviven paralelamente el exceso y la disminución de la comunicación, especialmente en lo interpersonal esta última
Pero si piensa que así como una radio se escucha gratis y ver televisión de aire no nos cuesta nada, la TDT será regalada, se equivoca.
Tanto la TDT como la televisión en alta definición (TDT HD, High Definition) tienen su precio, y habrá que desembolsar euros (varios) para disfrutar sus beneficios. Y si, si alguien creyó que serían gratuitos, le damos la bienvenida al mundo moderno.
Para gozar los atributos de la TDT necesitaremos pagar por:
- El contenido de la programación
- Un nuevo sintonizador, compatible con la TDT de pago que vendrá.
Lo que ya se puede ver, y sin necesidad de tener TDT, es la guerra de operadores de cable y plataformas de satélite, puesto que no han recibido con regocijo el hecho de que cualquier operador pueda cobrar por contenidos.
Esto es producto del Real Decreto del Ministerio de Industria que regula las emisiones de TDT de pago, a la cual pueden incluirse aquellos operadores que cuenten con la posibilidad de explotar una cantidad de canales igual o mayor a 2.
La TDT HD, como su par TDT “a secas”, avanza en forma desbocada y nos vemos obligados a tener un televisor que posea un sintonizador TDT DH, para poder disfrutar la programación que emitirán las empresas que hayan sido beneficiadas por la adjudicación de un combo de canales. Si todo se cumple, todos los televisores de 21” en adelante deberán incluir desde su fabricación un sintonizador TDT HD.
RTVE, Telecinco, Antena 3, Veo TV, La Sexta, Net TV y Sogecable estarán habilitadas para transmitir una vez que suceda el apagón analógico, con una resolución mínima de 720p.
Esperamos ansiosos. Y mientras, ahorramos.
