La búsqueda de la conservación de recursos naturales no renovables ha sido el punto en común de casi todas las naciones del “primer mundo” durante esta última década.
Se han creado cosas maravillosas y de una capacidad ingeniera asombrosa para aprovechar las energías renovables, o verdes, como también se las conoce. De esta manera, desde grandes pantallas solares, hasta fondos de inversión de carácter “verde” fueron cosas que iban revolucionando el mercado de las energías naturales.
Actualmente, países como Noruega, Islandia y Alemania, son los que más utilizan los llamados Tejados Verdes, los cuales son recurso arquitectónico donde entre el 12% y el 15% de toda la obra nueva del país son cubiertas por vegetales.
El objeto de estos techos es aprovechar las propiedades ecológicas de introducir vegetación en la parte superior de cualquier edificio.
Entre las ventajas existentes tenemos:
- Reabsorción del CO2 y de la contaminación de las ciudades.
- El suelo y las plantas del tejado ayudan a aislar el edificio del ruido.
- Aprovechamiento de un espacio local para hacer crecer frutos, flores y vegetales.
- Ayuda a eliminar las «islas de calor».Reducen los torrentes de agua provocados por las lluvias.
- Aumenta vida útil del tejado.
- Filtra los contaminantes y metales pesados de la lluvia.
- Reducen el calentamiento excesivo en el verano y el enfriamiento en el invierno.
Como dato curioso, según un estudio elaborado en Canadá, si cubrimos con materia verde sólo el 6% de los tejados de Toronto, al año podríamos elimiar 30 toneladas de partículas contaminantes de la atmósfera.
Por otra parte, cuando estos tejados absorben el 70% del agua de lluvia, ayudan a que las alcantarillas no se saturen.
Anteriormente, mencionábamos que Alemania es uno de los países con más impulso a este proyecto (que bien podríamos decir, realidad). Y nos referíamos a que, en dicho país más de 100 ayuntamientos otorgan incentivos para la construcción de cubiertas vegetales. En concreto, con una reducción de la tarifa de desagüe.
No obstante, no todo es ventaja. Los edificios actuales no se encuentran preparados para este tipo de arquitectura. Y por eso es que, es necesaria una gran adaptación de edificios viejos, o bien, limitarse a incorporar estos tejados en las nuevas obras.
En nuestra opinión, España debería implementar un sistema de beneficios para los contribuyentes que impulsaran este proyecto. Ayudaría mucho a los planes energéticos vigentes y mejoraría la calidad de vida.
Imagen: metaefficient