Entre el paro, y los graves problemas de la crisis de deuda en España, que no escapa a la realidad de toda Europa, el país ibérico tiene un nuevo inconveniente que no es actual, pero se viene gestando desde hace muchos años, y tendrá impacto en algunos más.
Aunque aún no es momento para preocuparse del todo ni dar por perdida la cuestión, el Instituto Nacional de Estadística (INE) ya ha anunciado que España envejece, y que se está convirtiendo en un país de viejos y comenzará a perder población si no ocurre un milagro.
Tal como se explicaba en el periódico ABC, «en 2020 la población vieja será una quinta parte de la española, y en 2048 casi un tercio».
En esta década que ha pasado se añadieron siete millones al censo, pero en 2020 habrá solo un millón más, y en 2048 dos millones. Es decir, la historia se repetirá como en la década final del siglo pasado, cuando la inmigración salvó al país. Y ahí está el tema, para todos los xenófobos y discriminadores, la inmigración hace grande a un país…
Como sabemos, en el día a día la población de un territorio aumenta o disminuye según el balance entre nacimientos y defunciones y entre emigración e inmigración.
El problema, que no es actual, pero ya desde el año pasado se está iniciando una nueva etapa de retroceso que probablemente se prolongará hasta el 2027, debido a que serán madres las mujeres nacidas en los años de la última caída, y al ser menos no tendrán muchos hijos.
Aunque los cálculos son optimistas para lo que es el índice de fecundidad, que pasaría de 1,4 hijos por mujer ahora a 1,7 en 2048, ni así se va a logar renovar las generaciones, dado que se debe llegar a un valor mínimo de 2,1 hijos por mujer.
Este no es solo el problema, sumémosle que la esperanza de vida no deja de crecer, y se acerca y supera los 90 años, y pronto serán muchos más. Esto causará que cada vez haya que financiar más el sistema de pensiones, y también, que se alargue más el momento de tanta espera para jubilarse. Ahora van a por los 67, ¿quién les dice que en unos años dirán que los 70 es la edad justa para dejar de trabajar?
Es por ello que, se calcula que la población española será la más anciana de la UE en 2050, con un porcentaje del 35,6% de mayores de 65 años, y la menor proporción de ciudadanos en edad de trabajar, con un 52,9%, en base a los datos de la Oficina comunitaria de Estadísticas (Eurostat).
En base a las cifras aportadas por la agencia estadística, en 2050 la tasa de dependencia total en España (porcentaje de ciudadanos de entre 0 y 14 años y de más de 65 sobre la población total) será del 89,2%.
¿Cuáles son las consecuencias de una población vieja?
El primer problema será que a partir de 2020 se morirá más gente que la que nazca, habiendo un aumento vegetativo negativo y la ralentización del crecimiento.
Con el aumento de la tasa de dependencia, más peso tendrán que soportar los activos. El descenso de los trabajadores disponibles harán que los salarios sean más apreciados, pero esto llevará a aumentos de precios, porque el dinero circulante provendrá de pensiones. Es decir, se alimentará el consumo pero no la producción.
Asimismo, el factor clave lamentablemente será el descenso de las inversiones, ¿quién invertiría en un país donde de cada 10 personas 1 sola puede trabajar?
Imagen: Financialred