Los comerciantes europeos abonaron en 2005 más de 25.000 millones de euros en comisiones bancarias por cobrar con tarjetas, un flujo que la Comisión Europea (CE) y hasta 14 reguladores nacionales quiere cortar o reducir drásticamente.
El presidente y consejero delegado de Visa Europa, Peter Ayliffe, advirtió ayer de los riesgos que comporta esta cruzada para la creación del SEPA, la zona única de pagos para el euro.
Ayliffe recuerda a Bruselas que ese nuevo sistema requiere una inversión de más de 10.000 millones. Y ante una cifra de ese calibre, el sector reclama seguridad jurídica. ‘Las comisiones interbancarias son esenciales’, sentencia Ayliffe. ‘Y no se pueden estar cuestionando todo el tiempo. Necesitamos llegar a un acuerdo de una vez para siempre’.
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