Si bien estamos en pleno auge de la era digital, se estima que más de 2 millones de hogares todavía no están preparados para ser receptores de la TV digital.
A esta cifra llegó el estudio realizado por la firma-encuestadora Smith Geiger sobre un análisis de 948 hogares.
El estudio determinó que uno de cada ocho hogares todavía no se habían pasado de la TV analógica a la TV digital, cuando se está a horas de dar por terminadas las transmisiones bajo la tecnología analógica en EE.UU. A fines de mayo de este año, unos 3,1 millones de hogares no estaban en posición de poder recibir la nueva señal.
Nielsen, empresa de sondeos, afirmó que dicha cifra era la mitad de los hogares que no estaban en condiciones en febrero y ese número para el viernes volverá a bajar. A partir de ese día, esas familias no podrán ver televisión de no modificar sus sistemas, están a salvo de este cambio las viviendas que cuenten con cable o satélite.
Mientras que las estaciones de televisión importantes que todavía transmiten con el sistema analógico apagarán esas señales el viernes y pasarán a transmitir con tecnología digital.
El plazo estimado era el 17 de febrero como plazo para el cambio de sistema, pero dicho plazo fue pospuesto por la Casa Blanca al agotarse los fondos que se usaban para imprimir los cupones de 40 dólares que se ofrecían por parte del gobierno para subvencionar la adquisición de conversores.
Casi la mitad de las 1.760 estaciones de TV que transmiten todo el tiempo y a todo EE.UU. ya dejaron de transmitir analógicamente.
Este traspaso de tecnología que se usa hace seis décadas, dejará espacio en las ondas a los servicios inalámbricos de Internet y a las comunicaciones de emergencias.
Todos estos cambios para los que comúnmente creemos que estamos preparados y a los que se les da la bienvenida, nos sorprende hoy con la noticia que la primer potencia mundial en avances tecnológicos tiene límite para su aplicación total. Que podremos esperar entonces los países donde este avance total aún no desplazó a nuestros viejos aparatos, que suceda cuando un gobierno determine la modernización de nuestras casas.